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Familiares, amigos y compañeros de Agustín Escobar, el obrero víctima de un crimen patronal en el Frigorífico Recreo, hicieron un piquete este lunes en las puertas del establecimiento. Ante la falta de respuesta, la jornada concluyó con un corte total en la Ruta Nacional 11.
Las responsabilidades del hecho se las reparten entre varios actores. El frigorífico Recreo, naturalmente, es el primer responsable, por las condiciones infrahumanas donde obliga a sus empleados a trabajar. Luego de la muerte, la familia los hace responsables de tener a un trabajador muerto doce horas dentro de la empresa para encubrir sus responsabilidades.
Sencillamente, nada de esto habría ocurrido sin las omisiones y la complicidad del sindicato con la patronal. Desde el fallecimiento del obrero, sólo se paró la producción cuando entró la fiscal a relevar las pruebas. El sindicato no llamó ni al paro ni se movilizó. La muerte de Agustin provocó una gran conmoción en los frigoríficos de la región, que ven que en sus plantas las condiciones de trabajo son iguales de peligrosas que las que llevaron a la muerte a Agustín. La burocracia sindical está conteniendo la bronca generalizada en toda la industria de la carne. Por su lado, la CGT y la CTA, siguieron el mismo derrotero que el gremio de la carne.
También, la responsabilidad estatal es clara: la municipalidad de Recreo quien regentea pasantías precarizadoras de Nación, para las patronales del poder de la ciudad. Además, es quien habilitó el lugar, sin que esté en condiciones de ser habilitado. Hay que recordar que la fiscal habilitó que siga trabajando luego que ella se retirara luego de hacer su trabajo en el lugar. La fiscalía de Homicidios debía asegurar la escena del crimen ante una muerte dudosa, para que no se siga entorpeciendo más la investigación.
El corte de ruta desbarató el cerco mediático de los grandes medios de comunicación de la ciudad, quienes llegaron al instante del corte de la arteria nacional, pero no estuvieron en el piquete en la puerta del frigorífico.
Durante los seis días que separan el día de la muerte del operario con el piquete y consiguiente corte de ruta, ni la familia ni nadie tenía información de nada. El silencio de todos los responsables y organismos encargados de la investigación. El silencio se mezclaba, en muchos momentos, con las maniobras de los medios de comunicación que buscaron instalar la noticia de que el sindicato de la carne, que en Santa Fe conduce Daniel Roa, se había comunicado con la familia. La comunicación nunca existió, tampoco, un posicionamiento público del gremio.
En varias oportunidades, la familia recalca que la Policía de Santa Fe con su jefatura en Recreo, buscó instalar el rumor de que Agustin se suicidó, luego que la patronal, no pudiera "descartar" el cuerpo. Además, del rol de nefasto de la empresa de seguridad privada, quien ayudó a la patronal en el operativo de encubrimiento y en preparar la escena del crimen.
Son el Estado y la burocracia sindical quienes han asegurado que se siga adelante con todo esto. Este es el arsenal de maniobras de una empresa acostumbrada a la impunidad –la misma, aparece en los "Panama Papers" y está acusada de subfacturación de exportaciones (Pausa, 10/2016, y Infobae, 10/2).
Desde Política Obrera acompañamos la movilización y seguimos exigiendo Justicia por Agustín Escobar y que se esclarezca su muerte y las horas posteriores donde estuvo secuestrado dentro del frigorífico. No queremos ninguna muerte obrera más en manos de las patronales negreras y explotadoras.