Santa Fe: el gobierno impone un acuerdo a la baja

Escribe Germán Lavini

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Por medio de una votación relámpago y controvertida, de un solo día, la burocracia de Amsafe logró, por 16.538 votos favorables contra y 12.782, imponer un acuerdo contra la docencia y por detrás de cualquier proyección inflacionaria.

Luego de las dos jornadas de paro de 48 horas y una empecinada política de apaciguamiento y acciones aisladas como “volanteadas de visibilización”, impulsada por la conducción gremial de Amsafe, el gobierno presentó su “propuesta superadora”: 40% en tramos, y revisión en julio, encuadrado dentro de la pauta firmada por CTERA y el gobierno nacional, más un bono por única vez de $10.000 (en carácter de material didáctico). Con esta modificación cosmética de 6,5 puntos porcentuales de diferencia respecto de la “oferta” anteriormente rechazada, se lanzó el operativo para hacer aprobar la pauta salarial oficial. Apremiados por los tiempos, tanto gobierno y burocracia, necesitaban cerrar la operación antes del inicio de semana, ya que el martes 14 se darían a conocer los índices de la inflación de febrero, lo que expondría aún más el carácter ruinoso de la propuesta oficial.

Esa misma tarde del jueves se convocaron las asambleas de base, donde las comisiones directivas Celestes mocionaron la aceptación de la propuesta del gobierno. Sin ruborizarse en el informe previo a la asamblea del departamento La Capital, la delegada seccional a cargo del informe confesó que lo que se encontraba en el acta paritaria era “lo que se había podido acordar en las discusiones de la mesa técnica con el gobierno”, y lo que no estaba escrito es lo que aún “faltaba charlar”. O sea, la docencia se encontraba evaluando una propuesta de ajuste previamente consensuada entre la cúpula gremial y la patronal.

Las mociones de las delegaciones de oposición nucleadas en el FAD (Frente por una Amsafe democrática), impulsaron distintas variantes de rechazo que planteaban medidas que proponían desde las 48 y 48 horas de paro, o 48 y 72 horas y también 72 y 72 horas, o sea en algunos casos, como la moción planteada por la comisión directiva de Amsafe Rosario, se planteó la repetición de las mismas medidas de las semanas anteriores y en otras delegaciones opositoras por adoptar uno o dos días más de paro, una diferencia de grado, pero no cualitativa respecto a la propuesta de cómo dar continuidad y profundizar la lucha. De imponerse un rechazo, estos sectores opositores conducirían la lucha por el mismo camino que la docencia ya transitó en 2022, hacia el desgaste de los paros intermitentes que llevan al desgranamiento de la lucha. Está claro que a pesar del abanico y menú variopinto de medidas mocionadas el FAD rechaza como la peste cualquier atisbo de un planteo a fondo por lo que la única moción por modificar este esquema ya ensayado ha sido la moción impulsada desde la Tendencia Docente Clasista, por la necesidad de ir a la huelga por tiempo indeterminado, por un salario mínimo por cargo igual a la canasta familiar. Si bien todas las mociones de rechazo suman en la asamblea provincial al rechazo. Frente a la disyuntiva y urgida por la polarización la docencia que rechaza votó en los mismos términos que lo venía haciendo. Lo que significó circunstancialmente que se bloqueara la tendencia a la profundización del plan de lucha con paro por tiempo indeterminado. Nuestra moción obtuvo poco más de 500 votos en esta ocasión.

En las cuatro delegaciones opositoras, como en San Lorenzo (departamento dirigido por la Celeste), ganó el rechazo a la propuesta salarial del gobierno, 5 de los 19 departamentos entre ellos la delegación más grande de la provincia, Rosario se pronunciaron por dar continuidad a las medidas de lucha. En los demás departamentos la burocracia apeló a todos los recursos para garantizar la aceptación, en algunos casos como departamento San Justo pretendiendo limitar las asambleas de afiliados limitando la participación sólo a delegados y luego censurando las mociones e impidiendo que se presente la moción de paro indeterminado y por último no permitiendo el ingreso al escrutinio en esa delegación. En el departamento la capital se interrumpió el conteo de las planillas a las 22 hs. cuando aún faltaban escrutar varias escuelas que habían llegado, y echando a los fiscales de la oposición. Al otro día los resultados de La Capital no coincidían con los escrutados la tarde anterior.

Entre tanto se realizaba la votación de Amsafe en las escuelas, los gremios estatales ATE y UPCN, se atolondraron a firmar el acuerdo salarial con el gobierno de Perotti, tras “consultas” totalmente fantasmas y plenarios amañados, a espaldas de las bases. Todo un operativo en función de condicionar la decisión de la docencia e instalar el latiguillo de que no vale la pena rechazar si “ya está todo cocinado”. UDA, un gremio que carece prácticamente de afiliados y sólo asiste en carácter de invitado a la paritaria, jugó el mismo papel.

El oxígeno conseguido por el gobierno en esta fase, suscribiendo un acuerdo ruinoso, gracias al auxilio de la burocracia, ya demuestra lo frágil de su factura, cuando ahora mismo se extiende el reclamo por la suspensión de clases frente a la inviabilidad de realizar actividades educativas por la ola de calor y la falta total de condiciones que exponen el derrumbe educativo. El repudio extendido contra las reformas en secundaria y EEMPA, la 5ta. hora en primaria, el desmantelamiento de la educación especial, medidas que el gremio ha dejado correr, chocan con un creciente repudio y con la inviabilidad.

No hay acta paritaria que pueda detener la crisis y el descalabro económico en marcha, ni que sea capaz de eludir la estampida inflacionaria, las remarcaciones y los tarifazos ¡que no son en cuotas! Al igual que la devaluación, las corridas bancarias y cambiarias que se profundizan.

Así lo marcan hoy los docentes de San Juan autoconvocados que han ido a la huelga indefinida frente a la capitulación de las burocracias. Las autoconvocatorias que se abren paso como en Tucumán y Salta. Los trabajadores se mueven cuando las cúpulas encallan. Los trabajadores de la provincia debemos debatir en asambleas y plenarios cómo reabrimos un camino por nuestros reclamos.

La perspectiva de reabrir un camino de lucha por un programa: Salario mínimo por cargo igual a la canasta familiar y la huelga general, dependerá del avanzar en el debate frente a la disyuntiva de la repetición de un esquema que conduce una y otra vez al mísmo resultado. Con una la agitación en torno a la necesidad de ir a una lucha decidida que ponga el objetivo de cómo imponer los reclamos al gobierno, contraponiendo la huelga general a la política de apaciguamiento, del tire y afloje que colocan a la docencia en un rol pasivo, por detrás de la patronal.

La Tendencia Docente Clasista empeñará sus esfuerzos en esta perspectiva.

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