SUTEBA: el gobierno ajusta, Baradel acompaña

Escribe Mariano Hermida

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Las últimas reuniones de delegados de SUTEBA se caracterizaron por el intento de la burocracia Celeste por encubrir su acompañamiento a toda la política de desvalorización del salario y precarización del trabajo, que el gobierno lleva adelante de la mano del FMI.

La presencia de delegados por fuera del aparato de la Celeste y las agrupaciones sindicales fue ínfima. La propia convocatoria ya planteaba reuniones “formativas”, en donde no se iba a votar absolutamente nada, como finalmente ocurrió. En la página oficial del sindicato, se informó acerca de las reuniones ocupando menos de seis renglones. El alejamiento de las bases y del propio cuerpo de delegados del sindicato responde a una política consciente que impulsa la dirección, para debilitar la organización de los trabajadores de la educación. La Celeste utilizó las reuniones para hacer propaganda electoral por el próximo candidato que surja del Frente de Todos en las elecciones de este año. Las reivindicaciones de la docencia, como la cuestión salarial, el aumento de la flexibilización laboral, el pésimo funcionamiento de IOMA, la falta de infraestructura escolar, en cambio, fueron dejados de lado.

La supuesta preocupación “ante el avance de la derecha” funge como una extorsión hacia los trabajadores de la educación. El mensaje sería: “si luchan contra el ajuste de Kicillof, es funcional a un triunfo de JxC”. Baradel y los suyos pretenden ocultar el acompañamiento de la dirección del SUTEBA a las políticas de reducción del salario y ataques a las condiciones laborales que ejecuta el actual gobierno, con Massa como principal representante de los usureros que lucran con la deuda externa e interna. El gobierno viene de realizar un saqueo espectacular a la ANSES (pesificando activos por 35.000 millones de dólares) e incrementar la deuda pública. Baradel firmó con Kicillof una paritaria del 43 % en cómodas cuotas hasta agosto, ante un cuadro inflacionario que superará el 100 % anual. A finales del año pasado, Yasky y Baradel dieron su aval a todo este rumbo antiobrero cuando en la embajada norteamericana se fotografiaron con Marc Stanley, el embajador yanqui. En las reuniones, la dirección provincial informó que se está debatiendo un “nuevo convenio laboral docente a nivel nacional”, que ningún docente conoce. La preocupación por la “derecha” es un buzón que le pretenden vender a la docencia para acompañar el ajuste del actual gobierno peronista.

A pesar del intento de la Celeste de limitar las reuniones a cuestiones administrativas (lectura del recibo de sueldo COULI, información sobre licencias, etcétera), los delegados independientes de la conducción llevaron la voz de sus compañeros con la agenda de reclamos que se discute en las escuelas. La necesidad de un urgente aumento salarial, el rechazo a la extensión de la jornada laboral que implica la 5° hora en la escuela primaria, el derrumbe edilicio y el vaciamiento de la obra social IOMA, fueron las principales problemáticas planteadas.

Los delegados de nuestra corriente (Tendencia Docente Clasista) reivindicamos las huelgas autoconvocadas en repudio a la paritaria firmada y el proceso de movilización que se desenvolvió cuando la ola de calor expuso el estado calamitoso de los edificios escolares, obligando a suspender las clases por las pésimas condiciones que debieron soportar docentes y estudiantes. Denunciamos que la operación realizada con los bonos de la ANSES es un paso hacia una reforma previsional que aumente la edad jubilatoria. La Celeste atacó fuertemente las huelgas autoconvocadas pues se realizan por “fuera de la organización sindical”, haciéndole “el juego a la derecha” porque desconocen a la actual dirección del sindicato. Los delegados Celestes admitieron, a su modo, que la docencia no se siente representada por su actual conducción.

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