Escribe Maxi S. Cortés
Habilita exenciones vinculadas a la flexibilidad laboral.
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Con los últimos anuncios, el Gobierno pareciera que se encamina a hacer con el Impuesto a las Ganancias algo similar a lo que hace con el dólar: una exención distinta a cada sector. Ya lo hizo el Congreso Nacional en 2022, votando las exenciones a los adicionales de los Camioneros de larga distancia. En la paritaria de Ctera, en la automotriz Toyota y ahora en el salario de los Bancarios, el Gobierno ha habilitado dejar fuera del alcance del impuesto algunos ítems específicos de cada rubro. Patronales y gremios de otras ramas -la CASIA, los delegados de SIAT, el Somu, etcétera- ya se anotan para solicitar sus propias excepciones.
La línea por donde elige soltar lastre el Gobierno tiene un sentido político definido: en primer lugar, habilitando algunas excepciones mantiene prácticamente íntegra la recaudación del impuesto. Además, le otorga a la burocracia de los sindicatos una vía para desviar a los trabajadores de un reclamo de conjunto contra el alcance confiscatorio del impuesto, alentando al desarrollo de gestiones sectoriales aisladas entre sí. En los casos en que el Ministerio de Economía habilita exenciones, lo hace con el objetivo de que no se desarrollen por el impacto del impuesto problemas con las cláusulas de premios atados a la producción, al presentismo, o se pierda el interés de parte de los trabajadores por hacer horas extras. Las exenciones al Impuesto a las Ganancias desactivan un reclamo de conjunto, por un lado, y rescatan la flexibilidad laboral, por otro. La legalidad de las exenciones anunciadas por el Gobierno es cuestionada por sectores de la oposición.
En Camioneros, la parte del salario eximida de Ganancias es la relacionada con los adicionales que reciben los trabajadores por desarraigo. En Toyota, aunque todavía no se ha dado a conocer el supuesto acuerdo, los delegados del Smata anunciaron que los premios al presentismo, a la producción y otros adicionales por fuera del básico serán eximidos. En el caso de los bancarios, según el comunicado de la Asociación Bancaria, "se podrán desglosar de manera independiente los ítems: Bono por productividad; bono por productividad ROE (arranca en los 8.000 pesos); falla de caja (unos 30.000 pesos); viáticos, gastos de movilidad y vales alimentarios y similares".
Es claro que, en este último caso, el pago de parte de los bancos de una compensación por lo absorbido por ganancias incrementó la presión para que sea el Gobierno el que disminuya recaudación. No está claro aún si por estas nuevas exenciones los bancos recibirán una compensación por lo que pagarán de ese bono.
La discusión del Impuesto a las Ganancias promete ser un punto de máxima tensión en las paritarias a discutir. Los siderúrgicos de Acindar vienen de un piquete que paró casi todo un día la acería por este reclamo. Las exenciones particulares, como las subas a cuentagotas del piso, no terminan de resolver el problema, que es la confiscación de los salarios de los trabajadores apenas alcanzan la Canasta Familiar. Es necesaria una campaña por establecer un piso equivalente a 20 salarios mínimos para terminar con el saqueo del salario de los trabajadores bajo convenio.