Postergan el cobro del IFE: el gobierno boicotea la cuarentena

Escribe El Be

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A fines de marzo, Página/12 publicó una nota de uno de sus periodistas estrella, Mario Wainfeld, quien no tuvo mejor idea que titularla “Ingreso Familiar de Emergencia: Plata en otros bolsillos a toda velocidad” (Página/12, 30/03). En la nota se decía que “En esta semana cobrarán parte de los beneficiarios. Otros lo harán durante la primera quincena de abril. Un combo de récords. Más rápido no se puede imaginar”. El periodismo oficialista se comió el amague del gobierno. No sólo que aún la mayoría no han cobrado un solo centavo, sino que en estos días se acaba de anunciar que el cobro del subsidio se volverá a postergar.

La postergación del pago del subsidio a los desocupados llamado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) cayó como una bomba entre los desocupados y precarizados del país. Según la nueva disposición del gobierno, un sector cobrará a fines de abril, mientras que otro cobrará recién en mayo. De esta manera, el Estado habrá dejado correr un mes y medio desde que decretó el aislamiento obligatorio sin ofrecer ningún tipo de programa de ayuda social a los millones de trabajadores desocupados o precarizados que se quedan sin ingresos como consecuencia de la cuarentena. La noticia de la postergación del cobro del IFE se da, además, en el marco de una gigantesca cantidad de rechazos de inscripción al subsidio para los más de 12 millones que se habían anotado. La política oficial atenta contra la continuidad de la cuarentena.

Según el gobierno, la postergación del pago del subsidio se decidió con el fin de no repetir el escándalo que se dio con los jubilados, quienes se vieron expuestos en multitudinarias colas en los bancos para poder cobrar, con retraso, sus haberes. Está claro que esta afrenta a los jubilados ha golpeado la imagen del gobierno, pero la medida de postergación poco tiene que ver con evitar un nuevo escándalo similar. Resulta que, como había explicado Wainfeld, “el Gobierno estimó que terminarán cobrando la IFE 3.700.000 personas aproximadamente”. Los inscriptos, sin embargo, superaron los 12 millones. La Anses ya ha realizado una tanda de rechazos para el cobro del subsidio y durante estos días comenzó una segunda vuelta de rechazos mediante un nuevo filtro para poder achicar aún más la cantidad de subsidios a desembolsar. El pago del IFE se posterga mientras continúa la poda de posibles beneficiarios.

La elevada cantidad de rechazos es escandalosa y los filtros dejan afuera a millones de desocupados que no tienen forma de vivir el aislamiento sin un ingreso. Esto es porque los datos que se toman en cuenta ante cada inscripción no son los del solicitante sino los de su grupo familiar. Si en su familia existe algún otro ingreso, por ejemplo, una jubilación, la solicitud para el IFE es rechazada. Lo mismo sucede con aquellos que tienen un automóvil, ya que el gobierno no tiene en cuenta que alguien que trabaja con su vehículo también se ha quedado sin ingresos. Los 9 millones de rechazos para el cobro del IFE empuja a los desocupados y precarizados a salir a ganarse el pan de alguna forma, rompiendo así el aislamiento, cuando el pico de contagios se encuentra por delante. Esta situación se irá agravando a medida que se extienda la cuarentena, porque además está claro que los $10.000 que representa el IFE no le alcanza a ninguna familia para llegar a fin de mes. El cóctel se vuelve explosivo, por si faltaba algo, con el parate de la entrega de mercadería en los barrios, ya de por sí insuficiente, con la crisis de los sobreprecios.

Hace unos días se viralizó un video de la villa 1-11-14 donde se veía una gran cantidad de movimiento de gente por el barrio con varios puestos de ventas apostados por los pasillos y en las puertas de los domicilios particulares. El gobierno aseguró que este movimiento está dentro de la campaña “quedate en tu barrio” lanzada para las villas de la capital, principalmente a través de la Iglesia. Pero la noticia del fallecimiento de una trabajadora del Senado, que vive en la 1-11-14, víctima de COVID-19 (cuyos hijos también se encuentran infectados) pone en evidencia la irresponsabilidad de esta respuesta.

La postergación del pago del IFE y el altísimo nivel de rechazos atenta contra la continuidad de la cuarentena. Para garantizar la cuarentena en los barrios necesitamos que se universalice el ingreso de emergencia, que se eleve su monto para igualar un salario mínimo y que se realice su pago de manera mensual.

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