Subte: el plan de paros contra el asbesto

Escribe Matías Cisneros

Tiempo de lectura: 2 minutos

El lunes 10 comenzó la segunda ronda de paros por el reclamo de los dos francos, la compra de flota nueva y la incorporación de personal. La primera fase consistió en paros de dos horas de dos líneas a la vez al inicio de la jornada. Esta segunda ronda será con paros de dos líneas a la vez de 14 a 16 horas, con aperturas de molinete antes y después de la medida.

El telón de fondo de los reclamos es la grave insalubridad y contaminación planteada por la presencia del asbesto en las formaciones e instalaciones. En un comunicado, la empresa Emova niega la exposición de los usuarios y trabajadores al cancerígeno asbesto. Oculta, además, que las tareas de mantenimiento cotidianas se realizan con personal fuera de convenio y de empresas tercerizadas, fuera de toda norma de seguridad. Y se muestra dispuesta a “dialogar” con el sindicato la posibilidad de que el doble franco tenga como contrapartida un aumento de la jornada diaria.

El sindicato, al responder el comunicado patronal, señala la existencia de tres compañeros muertos por asbesto y 84 afectados con ensanchamiento de pleura, junto a una pasajera afectada. Luego, denuncia que la empresa no tiene un plan de desasbestización. Y señala que fue la acción de los trabajadores la que puso de manifiesto esta grave situación, mientras la empresa lo negaba.

Fue la lucha la que impuso al Estado y a la empresa el reconocimiento del cancerígeno. A partir de allí, se retiró parcialmente al asbesto de la flota y se logró un monitoreo y tratamiento médico de los trabajadores. La patronal, sin embargo, eliminó 400 puestos de trabajo, reduciendo la planta. Ello aumentó la exposición de los trabajadores a la contaminación, al promover las horas extras. Es muy claro, en ese cuadro, que un aumento de la jornada laboral en la semana –desconociendo la conquista histórica de las seis horas- agravaría esa exposición contaminante.

Cómo lo vive la base

Mientras tienen lugar estos paros parciales, diferentes sectores de la base han decidido iniciar su propia campaña de reclamos, con una agenda más amplia. Entre ellos, la lucha por la jubilación anticipada a los 55 años con 82 % móvil. Es una cuestión central entre los compañeros de mayor edad, que fueron protagonistas de la lucha por reducir la jornada a 6 horas. Por otro lado, el sindicato relega la cuestión paritaria. En el último plenario de delegados, la directiva de Pianelli y Segovia hizo aprobar el reclamo de un 20 % de aumento en 3 meses, cuando la inflación para marzo se prevé como mínimo de 7 % y va en ascenso. Además, se sigue obviando la cuestión del reconocimiento a la personería gremial, dejando en manos de la UTA la resolución salarial y convencional.

A su vez, el sindicato ha tomado una actitud pasiva frente a los vaciamientos en los sectores y la tercerización. Todo esto promueve las horas extras, que violentan la jornada de 6 horas, y las categorías polifuncionales. Los trabajadores ven una falta de respuesta general a los avances de la empresa.

Un plan de lucha debe abordar este conjunto de reclamos urgentes: salario, fin de la tercerización, jubilaciones –el doble franco debe inscribirse en ese planteo integral-. Unir el doble franco a las reivindicaciones salariales y laborales tiene además un claro significado: el franco adicional no puede ser nunca el pretexto para un cambio en el régimen laboral semanal, como pretende la patronal. Un programa integral, por otra parte, exige de un verdadero plan de lucha, que contemple la preparación de la huelga general por las reivindicaciones planteadas. Con esa perspectiva, intervenimos en las huelgas que tienen lugar en estos días.

Suscribite a Política Obrera