Tiempo de lectura: 1 minuto
En el último mes se han llevado adelante diversas reuniones entre funcionarios del gobierno de Joe Biden y funcionarios argentinos, incluido Massa, para discutir sobre los negocios de China en Argentina, en especial todo lo ligado con la Hidrovía. La semana pasada llegaron a la Argentina Wendy Sherman, subsecretaria de Estado involucrada en negociaciones con Corea del Norte y otros temas de seguridad nacional en Medio Oriente, y Laura Richardson, jefa del Comando sur. También participaron Marc Stanley y el embajador de Bélgica, Karl Dhaene.
El control de la Hidrovía se ha convertido para Estados Unidos en una cuestión de seguridad nacional. La empresa china COFCO tomó la delantera en las exportaciones en Argentina y también en Brasil. ADM, Cargill, Bayer y Monsanto perdieron el liderazgo en las exportaciones. EEUU tiene interés particular en que China no se quede con el control de la Hidrovía en una próxima licitación pública. El embajador de los Países Bajos defiende la bandera que lo liga a Jan De Nul, la principal empresa de dragados mundial que opera en diversos puertos y rutas marítimo-fluviales a lo largo del mundo. Actualmente, la gestión provisoria del sistema troncal de navegación está en manos de la Administración General de Puertos (AGP), que lo administra desde finales de 2021, pero las empresas que siguen operando son las mismas desde hace 27 años: la “nacional” EMEPA (del grupo Romero) en la señalización y Jan De Nul en el dragado.
Un informe de octubre del 2022 elaborado por el “Eno Center for Transportation” (una organización sin fines de lucro con sede en Washington, con peso sobre temas de transporte multimodal) expuso no sólo el interés estratégico de la Casa Blanca alrededor de la Hidrovia sino también su preocupación sobre la seguridad y la gestión que implicaría la presencia de China en la zona. Estados Unidos prevé, en el tramo paraguayo, enviar ingenieros militares para el establecimiento del Proyecto del “Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay”. Esto le daría control sobre la cuenca alta de la Hidrovía.
El botín no solo abarca los aspectos del cobro de los peajes de las embarcaciones, sino, sobre todo, el control sobre el abastecimiento de China en una eventual escalada militar con EEUU.