Subte: nuevo paro de 3 horas por línea

Escribe Matías Cisneros

La empresa maniobra con la UTA y el larretismo.

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Hoy martes los trabajadores del subterráneo de Buenos Aires volveremos a realizar una medida de paro, esta vez repitiendo la modalidad de tres horas por línea. El reclamo está centrado en la reducción de la jornada semanal de 36 horas a 30, incorporando el derecho a un segundo franco. Las condiciones de insalubridad del trabajo en el Subte, agravadas por el asbesto, son un motivo fundamental del reclamo. El conflicto ha colocado en los medios el debate sobre los efectos cancerígenos del asbesto, en el Subte y en la industria.

La política del gobierno de la Ciudad es que la empresa canalice la negociación con la UTA. No ha convocado a Agtsyp a discutir el salario cuya paritaria está vencida, ni el reclamo de los dos francos o cualquier disminución a la exposición al asbesto. Al no existir instancia de conciliación, el gobierno se la reserva cuando necesite frenar una huelga indefinida.

En medio del conflicto, la empresa Emova se reunió con la UTA para cerrar una suma no remunerativa que va de 30 mil a 47 mil pesos por única vez a pagarse el 15 de junio. En el acta, la empresa aclara que se pagará proporcionalmente a los días trabajados. Es decir, que está atada a la política de descuentos arbitrarios con la que la empresa está respondiendo a los paros. El acta acuerdo entre la UTA y Emova se hizo pública a menos de 24 horas antes de que comience el paro. Es la propia empresa quien sale a publicitar el acuerdo con la UTA, en una demostración de que al igual que los descuentos arbitrarios, se trata de una maniobra contra la huelga -quienes paren, cobrarán una suma proporcionalmente menor.

La empresa avanzó otra vez con descuentos y sanciones arbitrarios contra los trabajadores. Incluso llegó a suspender a trabajadores por cumplir con el reglamento de trabajo. Los descuentos de sumas contundentes apuntan a crear un clima de división entre los trabajadores del subterráneo. Las provocaciones de la empresa en los distintos sectores están provocando que los trabajadores respondan con quites de colaboración. Los trabajadores están empezando a expresarse con acciones. Entre ellos el avance de los fondos de huelga por línea, como respuesta a la política de descuentos.

La conducción de la AGTSyP ha presentado un balance positivo del último paro, porque el objetivo de instalarse en los medios y ganar el apoyo de la opinión pública avanza. Por eso se ha planteado un nuevo paro en los mismos términos, pero esta vez cambiando el orden de las líneas. La cuestión del triunfo mediático no puede esquivar que de fondo este tipo de paros solo pueden ser de advertencia para emplazar a la empresa a sentarse a negociar para evitarse una huelga indefinida. En ese sentido, el balance del pianellismo oculta que, si bien el conflicto se ha instalado mediáticamente, los paros intermitentes no han forzado a la empresa a una negociación de ningún tipo.

En el último plenario de delegados de AGTSyP, 18 delegados han votado propuestas que aceleran el plan de lucha. A pesar del extenso desarrollo del conflicto, los delegados de cada línea no votan en función de mandatos de asamblea de su línea, salvo algunas excepciones. La posición de los trabajadores se presenta deformada en el cuerpo de delegados.

Los descuentos que se esperan para junio, y la cerrazón de la empresa a discutir la paritaria -vencida desde marzo- tensiona la situación al extremo. La necesidad de profundizar la huelga será un debate crucial de las próximas semanas para los trabajadores del subterráneo.

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