De qué se trata la ley de Enfermería que promocionó Daer

Escribe Maxi S. Cortés

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El Senado acaba de darle sanción definitiva a la “Ley federal de promoción de Enfermería”. El proyecto contó con el apoyo de Héctor Daer, secretario general de la CGT y titular del sindicato de Sanidad. Establece la creación de un organismo específico -con autoridad de aplicación al Ministerio de Educación- para la creación de universidades en todo el territorio nacional. No habla sobre el reconocimiento salarial, principal problema que sufren los trabajadores de la salud en su conjunto.

El objetivo de la ley, según sus patrocinantes, es “promover la profesión y la profesionalización” de la labor de enfermeros y enfermeras. Argentina es uno de los países con menos enfermeros por cantidad de habitantes de todo el Cono Sur. El promedio mundial está cerca de 38 por cada 10 mil, pero el rango va de países muy pobres que tienen 9 por cada 10 mil a los países del primer mundo que tienen 115 enfermeros por cada 10 mil habitantes. En nuestro país, el promedio es de 37 cada 10 mil que varía según las provincias. Por otra parte, de los 237 mil enfermeros que revisten en todo el país, casi 70 mil (24%) son auxiliares, 125 mil técnicos y solamente 41.400 (16%) enfermeros universitarios. Este promedio también varía según las provincias.

El proyecto contempla incentivos, becas y aportes para las instituciones de formación, pero los trabajadores, con salarios de extrema pobreza, son rehenes de un régimen de ultraexplotación a través del pluriempleo y las horas extras. En la actualidad, con salarios de 130 mil de básico en el sector público, el título de licenciado se paga 20 mil pesos -un 15% del total- mientras que en el caso de los privados se paga 30 mil en un salario de 210 mil (15%). El ´des-estímulo´ a seguir la vocación de enfermero o enfermera es evidente. En la oferta educativa privada, las cuotas se inician en 15 mil pesos.

La licenciatura en enfermería incluye formación en estadística, investigación y administración, orientada hacia las funciones de los cargos jerárquicos en supervisión o jefatura. En un cuadro desesperante de agobio, estrés, y un sin fin de enfermedades profesionales y comorbilidades, la posibilidad de acceder a un puesto de jefatura aparece como única salida para abandonar un régimen de ultraexplotación. En el caso del sistema público, estos cargos pasan por un filtro proselitista en un acuerdo entre las gerencias de las instituciones y la burocracia sindical.

La ley no contempla que, para los millares de enfermeros que ya se encuentran trabajando, la formación se desarrolle en horario laboral y con salarios a cargo del empleador.

Con esta ley, Daer se propone desviar el reclamo de las y los trabajadores, de ser reconocidos como profesionales de la salud, ya que se encuentra dentro de los convenios de empleados públicos, mientras el resto de las profesiones de salud tienen un convenio propio con otra base salarial, categorías y derechos. Se trata de un reclamo de alcance nacional.

Impulsemos la lucha por un aumento de salarios urgente del 100%; salario mínimo igual al costo de la canasta familiar indexado mensualmente y por el pase al convenio de la salud para todo el personal de enfermería sin distinción.

Una ley de promoción profesional debe establecer la cursada de carreras y especializaciones, en horario laboral e incluir ayuda económica.

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