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La Organización Mundial Meteorológica confirmó la probabilidad de instauración de un episodio de la corriente de El Niño durante el año. Esto podría significar una reversión de la sequía propiciada por el efecto de La Niña, que marcó los últimos tres años. Las lluvias podrían provocar severas inundaciones, lo cual ya se ha convertido en motivo de alarma.
La situación de los barrios es calamitosa. Las precipitaciones ocurridas entre la noche del jueves y viernes, provocaron inundaciones desastrosas en los barrios. Los funcionarios y el servicio meteorológico informan que las lluvias acumuladas batieron el récord de los últimos años, con más de 130 milímetros en algunos municipios bonaerenses, "la precipitación más intensa de los últimos cuatro años". Esto es un anticipo de lo que podría ocurrir si el fenómeno se intensifica.
La realidad es que, en casos puntuales y situaciones de anegamientos temporales registrados en varios puntos, los más afectados fueron aquellos barrios que crecieron sin la debida planificación producto de que son asentamientos o zonas bajas.
Por citar algunos ejemplos, en Cuartel 5, de Moreno, en Namuncurá, las familias de barrios enteros amanecieron bajo el agua sin poder hacer nada y sin ningún auxilio o ayuda, perdiendo todas sus pertenencias. Lo mismo en Hurlingham, por el desborde de arroyos y por la precariedad de los techos que la tormenta arrasó. Distritos de la Matanza, Lanús, José C Paz, Berisso, La Plata, Bernal, donde viven miles de familias trabajadoras, se vieron afectados. No sólo la falta de obras propició el desastre, sino que también se vio agravado por las obras inconclusas, como en Quilmes, donde las lluvias ocasionaron desastres donde antes no los había.
En la asamblea del bajo Flores convocada por Política Obrera, los vecinos inundados denunciaron las obras mal hechas de entubamiento para el desagüe de cloacas y fluviales en forma conjunta: ante la caída de lluvias, colapsan e inundan y contaminan con deshechos todo el barrio. Otro factor que refleja también el empobrecimiento de los hogares de los trabajadores es que no pueden hacer mantenimiento en sus techos y hogares.
En esta emergencia climática se puede ver el abandono del Estado, de quienes dirigen y gobiernan el país y ajustan a la clase trabajadora.
Organicemos los reclamos antes de que se agrave la situación: por un subsidio a las familias que perdieron sus pocas pertenencias, por obras públicas en los barrios bajo control de los vecinos, a través de una bolsa de trabajo para los desocupados.