Nota de tapa de Política Obrera N°72 edición impresa.
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La campaña electoral, desde antes de su inicio, ocurre en un escenario social catastrófico.
Argentina ha sumado un millón de pobres en el último año – supera ya al 40% de la población, y al 60% en el caso de la niñez.
El 30% de los que trabajan en blanco son pobres, y sólo uno de cada diez asalariados alcanza la canasta familiar.
A esto se suma lo fundamental: toda la clase capitalista y todos sus partidos coinciden que hay que devaluar el peso ahora – después de las PASO o a más tardar en diciembre.
En cuanto a alquileres, salud, vivienda, educación y medio ambiente, la situación no podía ser peor. Desalojos, renuncia de médicos y personal de salud, salarios docentes y edificios de escuelas en ruinas. El extractivismo minero y agrícola es abrazado con pasión desde Massa y CFK hasta Milei.
De acuerdo a las encuestas y a los resultados de las elecciones provinciales, una parte significativa del pueblo intuye esto, y se ha abstenido o votado en blanco, y piensa hacerlo en las generales. Pero la abstención no resuelve el golpe que asestará la salida devaluatoria, que vendrá acompañada con las ‘reformas’ que reclama el FMI – laboral, previsional, impositiva.
Las grandes patronales dejarán de pagar impuestos – y lo hace por subsidios y exenciones impositivas por 500 mil millones de dólares.
Otra parte, mayoritaria, ha votado por los partidos devaluadores, a pesar de que reconocen que están políticamente devaluados, y tendría la intención de repetir ese voto en las PASO y en la elección nacional. No ha advertido, indudablemente, a qué política nefasta va su voto. Los partidos del sistema esconden sus programas; sólo los debaten a puertas cerradas con empresarios y el Tesoro de Estados Unidos.
La pelea entre los candidatos enmascara la situación real, porque hace suponer que entre ellos hay diferencias reales en lo que atañe a los trabajadores.
La salida para los trabajadores no la va a dar esta elección: no se las dio a los docentes y a los de la Salud en Jujuy y en Salta, que salieron a la huelga indefinida apenas cerraron las urnas.
Es necesario votar por un planteo antagónico al de los devaluadores e hiperinflacionarios, que ejecutan ya la reforma laboral, previsional e impositiva, como lo revela la precariedad social de las dos primeras, y las ventajas impositivas para los capitalistas.
Votar por un programa propio del trabajo es una fuerte indicación política orientadora para el pueblo y establece una estrategia de poder para las luchas.
Nuestro partido, Política Obrera, se compromete a convocar a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, o sea asumir el poder político que hoy ejerce el aparato del estado que sirve al capital.
Esta Asamblea tendrá la misión de imponer con carácter inmediato y constitucional que salarios y jubilaciones mínimas sean equivalentes al costo de la canasta familiar; la recuperación integral del poder adquisitivo de los salarios, al nivel de, año 2010. Prohibición de la jornada de trabajo superior a las ocho horas.
El empleo inmediato y la formación laboral para toda la población desocupada, de un lado mediante la reducción de las largas jornadas actuales -sin afectar los salarios de bolsillo- y mediante un plan de obras e infraestructura – que el FMI ha rechazado como parte del ajuste fiscal.
Un impuesto a los ingresos personales que exima a la fuerza de trabajo y se convierta en progresiva, con alicuotas que lleguen al ciento por ciento del tramo final de las grandes fortunas.
Nacionalización del sistema de salud y la jornada de 6 horas para su personal; la canasta familiar para el salario mínimo docente de jornada simple, sin sobrecargas laborales.
Tope de alquileres del 20% de los ingresos familiares. Nacionalización del capital inmobiliario de viviendas de alquiler
Desconocimiento de la deuda pública; eximición pequeños ahorristas.
Derecho a revocatoria de representantes electos. Eliminación del presidencialismo – sistema parlamentario único y autonomía federal. Eliminación de la Justicia como Poder Político digitado y vitalicio y controlador de constitucionalidad, que pasará a ser ejercido por medio de plebiscitos. Por un Servicio Judicial de fiscales y jueces electos, y tribunales electos para juicios orales y públicos.
Llamamos a un voto en las PASO para que este programa se discuta en las elecciones generales.
Nosotros, Política Obrera, llamamos a movilizarnos por poner fin a la guerra imperialista.
Marcelo Ramal precandidato a presidente, Patricia Urones precandidata a vice.
Jorge Altamira precandidato a diputado nacional por CABA. Pablo Busch precandidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires.