Continúa la rebelión en Francia contra el ´gatillo fácil’

Escribe Norberto Malaj

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Un episodio que se asemeja como dos gotas de agua a la muerte de George Floyd a manos de la policía, tres años atrás en EE.UU, continúa sacudiendo a Francia. El asesinato a quemarropa de Nahel M., un joven repartidor de 17 años, en un control policial en el ayuntamiento de Nanterre, en París, ha desatado una rebelión popular. El autor es un miembro de las unidades de motociclistas BRAV (Brigadas para la Represión de la Acción Violenta), la fuerza que recientemente lideró la represión contra las movilizaciones por los recortes de pensiones.

Desde el viernes se suceden saqueos y choques con la policía. Alrededor de 40.000 efectivos fueron desplegados junto a unidades de elite en varias ciudades. En municipios de los alrededores de Paris se dictó el toque de queda y se prohibieron las reuniones en espacios públicos. Hay casi un millar de detenidos.

Igual que en el caso de George Floyd, la policía fingió un ´enfrentamiento´ y plantó pistas falsas. Altas autoridades policiales y el sindicato France Police salieron inicialmente en defensa del agente. "Al parar su vehículo, dijeron, los agentes protegieron su vida y la de los demás usuarios. Los únicos responsables de la muerte de este matón son sus padres, incapaces de educar a su hijo".

Como ocurrió con Kosteki y Santillán las patrañas policiales saltaron por los aires ante pruebas que aportaron diferentes protagonistas. Esto desató una ola de repudio popular que sacudió a París y decenas de ciudades en toda Francia. Las noches del martes y el miércoles se desarrollaron violentos actos de repudio contra el accionar policial.

La reacción popular recogió el inmenso repudio contra una ola creciente de atropellos de las fuerzas de seguridad, especialmente sobre la ´banlieue´ parisina y de las grandes ciudades, donde residen las poblaciones más castigadas por la miseria social.

El propio Macron fue obligado a delimitarse del accionar policial y una ola de pronunciamientos de figuras populares, desde los futbolistas Jules Kounde y Kylian Mbappé o el actor Omar Sy, salieron a reclamar justicia. El accionar de la policía de Francia se parece cada vez más al de la yanqui. En 2020, también en París, un productor de música negro, Michel Zecler, recibió una tremenda paliza que desató otra ola de indignación. “En mayo, varios países expresaron su preocupación ante las Naciones Unidas por la violencia policial en Francia, así como por la discriminación racial, durante el examen periódico al que se someten cada cuatro años los países de la ONU” (Página 12, 29/6). La rebelión que sacude a Francia nuevamente, a pocas semanas de las grandes luchas contra la reforma previsional de Macron, es la manifestación de la creciente descomposición que sacude al mundo capitalista y no encuentra otra vía para perpetuarse que los Estados policiales y la guerra.

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Francia: el régimen de gatillo fácil enciende nuevamente la rebelión popular Por Joaquín Antúnez, 29/06/2023.

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