Escribe Valeria Lucrecia Gómez
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Desde la rebelión de Stonewall, el 28 de junio de 1969, cuando una razzia contra un bar gay de Nueva York derivó en una rebelión contra los atropellos policiales, aquella fecha se convirtió en festejo y lucha por el orgullo. Activistas vienen movilizándose todos estos años contra el hostigamiento, persecución, torturas, abusos y represión por parte de las empresas, el estado nacional, provincial y municipal y por parte de fuerzas policiales.
Existe hoy un ajuste brutal que afecta a mujeres y diversidades que no tenemos trabajo, o los que tenemos son precarios. Por lo cual muchxs compañerxs travesti trans no tienen más remedio que la prostitución. Bajo el régimen capitalista, las mujeres y las diversidades sexuales o de género somos la línea más vulnerable, a quién más golpea y pulveriza el ajuste.
La ley del cupo laboral travesti trans fue sancionada el 21 de junio de 2021 promoviendo el 1% de cupo laboral mínimo para travesti trans y no binaries. Al día de hoy no se llega a cubrir ni el 1% de la planta estatal. El dato real es de 0,09%, según datos del INDEC (organismo que hasta 2022 tenía registrados 340.593 empleados en el sector público nacional con una totalidad de 480 personas trans y no binaries contratadxs). Es decir: el 1%, la cantidad total de personas TT que debería de contratar el estado, es de 3406 aproximadamente y al momento solo hay 480. Hasta febrero del 2023 las inscripciones superaron los 6.000 postulantes (Uba.ar ANACOM, Agencia de noticias ciencias de la comunicación UBA). Los puestos laborales ofrecidos son paupérrimos, en su mayoría con contratos monotributistas y con sueldos por debajo del nivel de la indigencia, de mano del propio estado. Según información de la organización de Lohana Berkins y otras organizaciones TT, no se cumple tampoco con la Pensión reparatoria para personas mayores TT, en carácter vitalicio, para personas de más de 40 años donde se busca reparar la violación de los derechos humanos básicos que implica una expectativa de vida de 35 a 40 años, la violencia estatal, policial y de las fuerzas armadas del país y de los delitos de lesa humanidad vividos antes durante y después de la dictadura cívico militar.
La ley 26.743 de identidad de género sancionada el 9 de mayo de 2012, está lejos de cumplirse habiendo pasado 11 años: los hospitales con listas de esperas por años para acceder a las cirugías, faltantes de hormonas a nivel nacional, el no acceso a la salud de forma integral y falta de profesionales, según denuncian la fundación Trans Argentinxs y Transistemas, entre otras organizaciones.
Vivimos recortes y ajustes en salud, educación, violencia de género, y derecho a la vivienda. Se nos hace cada día más difícil acceder a derechos que hemos conquistado históricamente como la interrupción voluntaria y legal del embarazo y la atención postaborto de todas las personas con capacidades de gestar. Hoy alquilar es emprender una odisea o desafío casi imposible gracias a la discriminación y odio por sexo o género, a la especulación financiera y la nueva ley de alquileres que se ajustan una vez por año con una fórmula compuesta en un 50% por la evolución de los salarios (índice Ripte) y 50% por la evolución de la inflación que mide el Indec (IPC) que obviamente no se cumple dado que los mismos han subido más que ese índice según fuentes de C5N y el destape Web. El ajuste del gobierno y oposición solo responde al pago de una deuda impagable y fraudulenta con el FMI y manteniendo relaciones carnales con los países imperialistas y las iglesias.
Debemos marchar y movilizarnos en amplia unidad con los oprimidxs del capitalismo y sus gobiernos, como lo hizo el movimiento de mujeres, diversidades y la marea verde, el SUTNA, los portuarios, los cerealeros, los trabajadores de la salud y los docentes a lo largo y ancho de todo el país. Debemos movilizarnos, plantear y organizar una huelga general, nuestro orgullo debe ser una bandera para tirar abajo la criminalización de nuestros cuerpos, el trabajado sexual y nuestra libre sexualidad, para exigir la aparición ya, con vida de Tehuel y de muchxs compañerxs que nos faltan, derribar el ajuste del gobierno y el FMI, porque la deuda es con el pueblo, las mujeres y las diversidades. Plantarnos en las calles y levantar nuestras banderas de orgullo como ese 28 de junio de 1969 en Stonewall en el que cientos se enfrentaron a la policía represiva y opresora.
XXXI Marcha del Orgullo: abajo el fascismo y la guerra imperialista Por Olga Cristóbal, 03/11/2022.
A 52 años de Stonewall: conversatorio en Rosario de Lerma Por Olga Céspedes, 28/06/2021.
A 51 años de la rebelión de Stonewall Por Florencia P, Matías S, Rai D y Nicolás Morel, 27/06/2020.