En el gremio plástico los trabajadores enfrentamos la pandemia y los ataques de las patronales

Escribe Lucas Sánchez

Tiempo de lectura: 3 minutos

Antes de la finalización de la “primera etapa” de aislamiento social decretado por el gobierno nacional, la clase obrera comenzó a recibir los ataques de la clase capitalista, con la complicidad de la burocracia sindical. Estos ataques han sido legitimados en la última semana por Alberto Fernández al legalizar los despidos en Techint, después que decretara la prohibición de despidos y ampliara las actividades esenciales frente a los reclamos de la UIA.

En el caso de los trabajadores del plástico, durante los primeros días de abril los ataques se generalizaron los ataques, dando la pauta de una ofensiva estratégica de todas las patronales para continuar con la producción.

En el norte de la provincia de Buenos Aires, en IMAP, empresa que produce envases farmacéuticos para los principales laboratorios (Bayer, Bago, Unilever), los trabajadores deben realizar horas extras, pero la empresa no garantiza el traslado de sus trabajadores (charter o remis).

En el Parque Industrial de Pilar, en la planta Tubos Tigre, de la multinacional Grupo Tigre (una de las empresas líderes en materiales plásticos para la construcción) se ha reducido en un 20% el sueldo y también los adicionales a sus trabajadores. Lo mismo en Kormberg, del mismo Parque. En el mismo distrito, en Novapol, perteneciente al Grupo Estisol -de capitales nacionales, con varias plantas en el país-, la patronal pretende abonar el 70% de los salarios de esta quincena.

También en el distrito de Tigre, la empresa colchonera BedTime S. A., en la primera semana de actividad, planteó a sus trabajadores que debía reducir un 45% del plantel y aplicar una reducción en los salarios. Volvió a reproducir este planteo en esta última semana, pero esta vez plantea una reducción del 50% del salario y que los trabajadores activos compensen las horas de los compañeros que se encuentran de licencia. De lo contrario, la patronal amenaza con el despido de 80 trabajadores. Este planteo se vuelve más perverso ya que condiciona el pago de los haberes adeudados al acuerdo de estas propuestas.

En la zona sur del gran Buenos Aires, en la fábrica Mascardi, el dueño Roberto Gabriel Reidy amenazó con no pagar los salarios del mes de marzo, los trabajadores permanecen alertas para ver qué pasa con los de abril; en Florencio Varela, en la fábrica de envases UNIPLAS S.A, como en otras tantas, sus trabajadores están sufriendo ataques sobre los salarios. Esto también sucede en Mendoza, donde la empresa PretroPlast ha reducido el salario en un 30% a sus trabajadores. Teniendo en cuenta el nivel de trabajo informal que existe en el gremio plástico la situación es mucho peor.

Ante toda esta situación los dirigentes del gremio solo se limitan a teleconferencias y a desarrollar la línea de que los delegados acuerden y acepten la reducción salarial en los términos del artículo 223 de la Ley 20.744. El gremio ni siquiera sacó un comunicado repudiando la acción de las patronales, poniéndose, de esta manera, en la vereda de la cámara patronal.

La respuesta de los trabajadores

En medio de la intención de las patronales de establecer una reforma laboral de hecho, los trabajadores venimos dando respuesta. En Petroplas, los trabajadores se pusieron al frente para defender sus puestos de trabajo; la rápida respuesta de los trabajadores y la comisión interna de Mascardi dio por resultado que la empresa abonara los salarios; en BedTime, la comisión interna convocó a asambleas en los dos turnos y rechazaron el planteo de la patronal y, esta semana, se desarrollará una nueva lucha para defender todas sus conquistas.

Es claro que los trabajadores, hoy más que nunca, necesitamos una nueva dirección. Un ejemplo en este sentido es el Sindicato del Neumático, que hace cuatro años los trabajadores recuperaron, y hoy fue el único gremio que cuestionó la decisión del gobierno al declarar su actividad como esencial y la denunció como el resultado del apriete de las cámaras patronales.

Es más que necesario comenzar una gran campaña nacional a través de los medios para rodear las luchas de solidaridad y acompañar todas las medidas que se lleven adelante.

Desde estas líneas llamamos a todas las trabajadoras y trabajadores a conformar un gran agrupamiento para enfrentar estos ataques y recuperar nuestro sindicato. Todo esto para defender nuestro salario, rechazar los despidos y suspensiones y defender nuestro convenio colectivo en cada lugar de trabajo.

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