Escriben Leo Perna y Marcia Gomez
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Mara de 14 años, una joven que vive en la Villa 31, desaparecida desde el martes tras salir de la escuela, fue encontrada este jueves en el barrio de Constitución. Según informan diferentes medios, está sana y salva. El llamado al 911 lo realizo un vecino que la vio en la esquina de Hornos y Brasil. El miércoles por la noche hubo un corte de vecinos, familiares y organizaciones del barrio; al día siguiente, una acción frente a la fiscalía. La lucha logró la difusión del caso en los principales medios de comunicación y que se extendiera la búsqueda.
La Policía de la Ciudad estuvo ausente durante las primeras 30 horas desde la desaparición, apareció entonces con 200 efectivos pero para levantar el corte frente a la Terminal de ómnibus de Retiro. El amedrentamiento no funciono y más vecinos se sumaron al corte por la aparición de Mara. "Vamos a volver a cortar y reclamar si no nos dan respuesta o no nos dicen dónde está mi hija. Ayer a la noche estábamos muertos de frío y la Fiscalía nos mandó 200 efectivos para reprimir", denuncio Micaela, la mamá.
En el corte se hizo presente una delegación de compañeras del Polo Tendencia de la Villa 31, acercando la solidaridad con la familia y difundiendo la búsqueda en el barrio. Acompañamos la movilización que arrancó en la puerta del Ministerio de Educación de la Ciudad hacia la Terminal.
Se estaba organizando una nueva movilización cuando, finalmente, tras horas de angustia y desesperación, por una llamada de un vecino al 911 identificaron a Mara en la zona de Plaza Constitución, donde actuaron el SAME y el Consejo del Niño. La policía informó rápidamente la hipótesis de una pelea familiar y el fiscal Carlos Vasser tomó declaración a los padres. Sin embargo, la acción de la justicia de la Ciudad, que puso su foco en una “situación intrafamiliar”, llegó tras largas horas de dilación.
Al problema del hacinamiento, la falta de recursos para llevar adelante sus estudios para los jóvenes y el trabajo precario, se le suman la extensión del narcotráfico y redes de trata que operan a la luz del día en los barrios de la Ciudad y particularmente en la Villa 31-Barrio Padre Mugica. Los vecinos denuncian complicidad policial y judicial para con estas mafias. Una vez más queda demostrado que sólo con la lucha, cortes y organización de las vecinas y vecinos trabajadores del barrio, se logra difundir la búsqueda y encontrar a las niñas, niños y jóvenes desaparecidos en un contexto de responsabilidad estatal.