Escribe Norma Villamayor, Lía Santillán, Vanesa Costancio, Guadalupe Martínez
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Llamamos a votar a la lista de Política Obrera que encabezan a nivel nacional, Marcelo Ramal y Patricia Urones.
Lo hacemos desde nuestro lugar de trabajadoras de distintos sectores: porterxs, docentes, desocupadxs, que hemos visto como el ajuste es llevado adelante tanto por el kirchnerismo, que padecemos en la provincia, como por las otras expresiones patronales: Cambiemos, PRO y las alianzas provinciales. Es ejemplo de esto la represión en Salta, Jujuy, Santa Cruz.
El salario en nuestra provincia no llega a cubrir el costo de la canasta de pobreza para la mayoría de los estatales, devaluándose mes a mes. Esta es la base sobre la que sostiene Alicia K su propagandizado superávit fiscal y “armonía de las finanzas”.
Mediante la cooptación de conducciones sindicales, trata de garantizar la desmovilización de un sector de estatales, aunque por otro lado a quienes reclaman les desconoce el derecho a huelga, mediante resoluciones judiciales: cautelar contra el paro docente; cambio de carátula a intento de femicidio y homicidio por la manifestación de estatales en el 2017, o la instalación de Infantería en las rutas, ante el reclamo de pago de haberes de trabajadores de Fundación Santa Cruz Sustentable. Los críticos del “Partido Judicial” terminan gobernando con los jueces bajo el brazo en Santa Cruz. La precarización laboral se ha convertido en la base de una supuesta “reactivación laboral”. En el último trimestre del 2022, Rio Gallegos fue la segunda ciudad del país con mayor desocupación (Datos INDEC: 7,9%). Los planes sociales pueblan los municipios realizando tareas con un ingreso por debajo de la indigencia, sin derechos laborales ni aportes previsionales. En la misma situación se encuentran lxs cientos de trabajadorxs que tienen las cooperativas formadas por funcionarios, cumpliendo tareas en educación y hospitales. La precarización laboral no solo desconoce derechos laborales conquistados, sino que es, además, el ámbito de los abusos por parte de encargados y la base sobre la que se sostienen los punteros políticos.
Las reformas laborales y jubilatorias son el centro de atención de los candidatos patronales. Es una exigencia del Fondo Monetario Internacional que es quien determina, mediante sus revisiones periódicas, la política económica de nuestro país. Basta observar el “ahorro” económico de los sectores empresariales petroleros, quienes a los jubilados de ese sector les pagan el porcentaje del básico de un activo, generando una enorme distancia salarial, porque la mayoría del sueldo son sumas no remunerativas y en negro, negociados año a año por la burocracia sindical, que hoy se quiere presentar como recambio del kirchnerismo. Por otro lado, cabe recordar que quien avanzó con la reforma jubilatoria fue el propio Macri con Cambiemos.
La miseria, precarización, falta de viviendas, crece entre las mujeres trabajadoras, sosteniendo las bases sobre las que se asientan todas las violencias y vulneraciones. Mientras nos privan de los elementos básicos para subsistir en forma autónoma, por otro lado, nos niegan la Educación Sexual Integral, obstaculizado por la Iglesia que presiona para que no sea más que una propaganda de gobierno o, en algunas provincias, directamente atacándola. Al igual que con el resto de los derechos conquistados, debemos permanentemente defender el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, conquistada por la Ola Verde en el 2021.
Allí donde los trabajadores salen a enfrentar el ajuste, defendiendo las condiciones de vida, encuentran por parte de los candidatos patronales, que gobiernan, un profundo ataque y represión.
En este contexto de ataque a la clase obrera, vemos como lamentablemente el FIT-U va dividido en dos listas, aunque esto no se mantenga en todas las provincias. En Santa Cruz se presenta una sola, demostrado que esta división no responde a ningún carácter programático ni estratégico, sino a una actitud oportunista que abandona la lucha por la construcción de un polo político de izquierda, para terminar peleando por un aparato que le dé el control a tal o cual organización. Llamamos la atención sobre que los que encabezan las listas del FIT-U nacionalmente han oscilado entre un intento democratizante de dar un aval a sectores patronales (PTS), o reclamar que el propio Frente de Izquierda pierda su fisonomía ampliándolo a la incorporación de estos sectores (MST).
Observamos que esta orientación ha sido la base del sostenimiento de consignas, como las llevadas por el Partido Obrero, que no tienen que ver con la construcción partidaria de la izquierda. Nos referimos a construir un “movimiento” o reclamar que se vayan los “políticos capitalistas” como si se tratara de un recambio de figuras.
Nosotras, como militantes de izquierda (ex militantes del Partido Obrero) y activistas, consideramos que, frente al proceso político y económico de nuestro país, es necesario debatir sobre la orientación social de los políticos capitalistas, apoyados por la burocracia sindical. La incapacidad de los candidatos patronales de gobernar sin las órdenes del FMI, poniendo en el marco de esta crisis económica los intereses de los sectores empresariales, antes que los de las mayorías trabajadoras, nos lleva a adherir a la consigna de que solo un gobierno de los trabajadores, puede poner en prioridad a los trabajadorxs, la educación, salud y desarrollo cultural.
Llamamos a votar a Marcelo Ramal, candidato a presidente y Patricia Urones vice por:
Un salario que cubra el costo de la canasta familiar.
Basta de precarización laboral: pase a planta de todos los precarizados dependientes de municipios y provincia.
No a las reformas laborales ni jubilatorias.
Para enfrentar la desocupación, creación de puestos de trabajo en remediación ambiental, bajo convenio petrolero, mediante bolsa de trabajo abierta y no a cargo del sindicato.
Absolución a los estatales por luchar.
Fuera el FMI.
POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES