Punilla: Una pandemia no se combate con mentiras

Escribe Juan Vega y José Barraza

Tiempo de lectura: 3 minutos

Los fallecimientos de Liliana Giménez (Villa Giardino) y Pamela Nieto (La Falda) han desnudado la degradación del sistema de salud provincial y que el anunciado plan de contingencia del gobernador Juan Schiaretti para enfrentar el Covid-19 es, como decimos los cordobeses, un chamuyo.

Desde hace no menos de un año, los trabajadores de la salud de los hospitales municipales y del hospital provincial “Domingo Funes”, vienen denunciando el retroceso de los recursos para sistema de salud público de la provincia. Por caso, en todo el corredor norte de Punilla (La Falda-Cruz del Eje) hay solo una ambulancia municipal operativa, mientras que un empresario, ligado a Juntos por el Cambio, explota dos servicios de traslado de emergencias y dos clínicas privadas (La Falda y La Cumbre). Una derivación desde La Falda a un hospital de Córdoba cuesta quince mil pesos. El Hospital “Domingo Funes” ha dejado de atender varias enfermedades.

Los bajos salarios y la precarización laboral son característicos de los trabajadores de la salud municipales. Los sueldos se ubican por debajo de la línea de pobreza. Un enfermero percibe un salario inferior a doce mil pesos. Asimismo, el 70% del plantel médico es monotributista, ya que no se abren los cupos para pasar a planta permanente.

La destrucción de la salud pública cuenta con la complicidad de la burocracia sindical y del sistema político. Sin esa connivencia, hubiese sido imposible el avance de la salud privada en detrimento del hospital público.

El verso del ´Plan de Contingencia´

En Saldán y La Cumbre, donde el personal de salud se ha contagiado de COVID-19, podemos constatar la ausencia de protocolos de seguridad en los centros de salud. Se han puesto de manifiesto la carencia de formación, capacitación y organización del personal para este tipo de crisis; la necesidad urgente de incorporar más trabajadores y abastecer de material de protección a los hospitales; la urgente centralización de los recursos sanitarios públicos y privados bajo el comando de los trabajadores, lo cual implicaría la formación de un comité de salud electo.

El ´Plan de Contingencia´ anunciado por Schiaretti supone que 700 médicos trabajen bajo la modalidad de monotributistas y realicen cuatro guardias semanales. En la actualidad, en el corredor Punilla-Cruz del Eje, hay sólo 11 respiradores y alrededor de 50 camas disponibles, incluyendo todos los hospitales públicos, y no hay suficientes vacunas para toda de la población. Del mismo modo, es evidente la poca cantidad de kit de diagnóstico, que se expresa en menos test y menos información para afrontar la pandemia.

Frente a este panorama de escasez de recursos para la salud, el gobierno provincial autorizó el giro de nueve mil millones de pesos en una cuasimoneda, de los cuáles el 40% fue destinado para el pago de créditos de deuda en obra pública como el puente De la Sota, la circunvalación y el mantenimiento del Camino del Cuadrado. Estas obras se realizaron con importantes sobreprecios.

Tenemos que organizarnos desde abajo

Los trabajadores del hospital mental de Santa María, que ocuparon el edificio en rechazo a la derivación de personas contagiadas provenientes de localidades fuera de Punilla y exigieron un mayor presupuesto, le dieron una respuesta contundente al plan de contingencia de Schiaretti. La asamblea del personal del hospital “Domingo Funes” expresa que la organización es la base para enfrentar a la actual crisis sanitaria en la provincia.

La elaboración de un protocolo de seguridad, el pase a planta permanente de todos los trabajadores de la salud y la adquisición de insumos, respiradores y camas tiene que estar ligada a la centralización de los recursos sanitarios en un comité de salubridad bajo dirección de los trabajadores del Domingo Funes y del conjunto del personal de los hospitales municipales y clínicas privadas. Asimismo, deben adaptarse los hoteles sindicales y otros espacios como unidades o campamentos sanitarios para la población y el personal de salud.

En una región donde existe un importante activismo vinculado a la lucha contra la depredación ambiental, es fundamental que estas organizaciones sean la base para poner en pie comités de emergencia que colaboren en la distribución de los kit sanitarios, el reparto de alimentos y la concientización de la población.

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