Recordando a Federico

Escribe Mauri Colón

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El pasado 23 de octubre, Federico Moura hubiera cumplido 72 años. Nuevamente, su recuerdo volvió a recorrer las redes sociales y medios especializados, que evocaron la genialidad del cantante de Virus y su legado, vigente en las nuevas generaciones.

Para recordarlo y ubicar el contexto de su obra, repasamos dos álbumes fundamentales del grupo formado en la ciudad de La Plata.

Relax (1984)

El cuarto álbum de estudio de Virus vio la luz en plena euforia alfonsinista. Fue un álbum bisagra en la historia de la banda, ya que anticiparía lo que se vendría en Locura y Superficies de Placer, sus discos siguientes.

Su antecesor, Agujero Interior, se caracterizó por las guitarras distorsionadas y un sonido más rockero, en línea con la discografía del conjunto hasta el momento. Tras la salida del guitarrista Ricardo Serra, debido a las diferencias en el rumbo musical que tomaba la banda, Virus adoptó un sonido más cercano al synth pop.

El quinteto que entró al estudio para grabar Relax estaba conformado por Mario Serra (batería), "Quique" Mugetti (bajo), Julio Moura (guitarra), Marcelo Moura (teclados) y Federico Moura (voz), quien se hizo cargo de las letras del álbum, esta vez sin la colaboración de Roberto Jacoby, que por primera vez se ausentaba de la composición desde Wadu-Wadu. Aunque Ricardo Serra aparece en la foto de la portada, este disco se grabó sin él.

Debido a la obsesión del grupo por encontrar el sonido más limpio posible, en sintonía con el estilo de producción predominante en el mercado anglosajón, la grabación insumió 250 horas de estudio. En un recurso extraño pero habitual en las grabaciones de la época, que demandaba sesiones extenuantes, cada una de las partes de la batería se grabó por separado. Los resultados nunca validaron las supuestas ventajas.

En poco más de 30 minutos, el álbum condensa una cantidad inédita de hits. Muchas de esas canciones se cuentan entre las más encumbradas del rock nacional. "Amor Descartable", "Me Puedo Programar", "Desesperado Secuencia Uno", "Juegos Incompletos" y "Dame una Señal", entre otros, validan el protagonismo de los sintetizadores.

Una curiosidad es que, en un principio, la banda iba a incluir una canción de Los Encargados, compuesta por Daniel Melero, "Trátame Suavemente", que terminó grabando Soda Stereo en su primer trabajo discográfico, producido, precisamente, por Federico Moura.

Relax vendió en Argentina 60.000 copias, lo que para los números de la época podía considerarse un éxito. Además, se editó en Chile, Perú, Colombia, Venezuela y México. Será el puntapié para la masividad que alcanzaría la banda.

Superficies de placer (1987)

Superficies de placer sería el séptimo y último disco de Virus con Federico Moura. Fue grabado en Río de Janeiro, entre abril y julio de 1987. A pesar de sus 36 años, todavía suena vigente y moderno. Federico, ya enfermo, hizo un enorme esfuerzo para terminar sus partes. Fallecería menos de un año después, en diciembre de 1988.

En 1987, la “primavera democrática” había dado paso a una amarga desilusión, luego de capitulación de Alfonsín frente a los levantamientos militares pidiendo la amnistía a los genocidas y el fracaso del plan Austral. Por su parte, Virus estaba en el apogeo y su proyección continental estaba en expansión.

El grupo se había consolidado como sexteto tras la incorporación como miembro permanente de Daniel Sbarra (guitarra electroacústica y percusiones).

Cuando el proceso creativo estaba en marcha, Federico Moura debió ser internado a causa de una severa neumonía que lo postró 15 días. Al poco tiempo, se enteraría de que era portador de VIH. Debió abandonar las grabaciones por las complicaciones que le traía la enfermedad. El disco terminado se mezcló en Nueva York, en el prestigioso estudio neoyorquino Record Plant.

La obra dura alrededor de 45 minutos y contiene 11 canciones, repartidas entre las bailables “Mirada Speed” y “Encuentro en el río musical” y las más melancólicas: “Danza Narcótica”, “Transeúnte sin identidad” o “Ausencias”. El romanticismo tiene lugar con: “Superficies de Placer” y “Polvos de una relación”.

El disco fue un éxito inmediato. Se presentó en el estadio Obras Sanitarias en dos shows con entradas agotadas sold-out. El grupo había alcanzado una ejecución casi perfecta, como se puede apreciar en el registro que existe en YouTube.

La ilustración de la tapa -un trasero masculino, que provocó un módico revuelo en su época- es obra de Daniel Melgarejo. Roberto Jacoby volvería a colaborar con las letras del álbum.

Superficies de placer, a pesar de su melancolía, mantiene un sonido alegre, electrónico y moderno.

Virus fue una banda provocativa, transgresora, sensual y colorida, pero también irónica, irreverente, ácida. Combatió la disciplina de cuartel que impuso la dictadura genocida, apuntando con su arte a la cabeza y a los pies.

Con la muerte de Federico y las de Miguel Abuelo y Luca Prodan, sumado al descalabro económico del último tramo del gobierno de Alfonsín y la cancelación o no renovación de los contratos discográficos de muchas de las bandas que habían protagonizado la década del 80, se cerró una etapa, creativa, rica y consagratoria, de lo que se ha dado a llamar rock nacional.

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40 años de “Wadu Wadu” de Virus, la banda que nos sacó del agujero interior Por Matias Melta, 31/08/2021.

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