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El 20 de octubre Emanuel Nicoletti se encontraba trabajando para la contratista CTFiber -tercerizada de Plantel que, a su vez, es tercerizada de Movistar-, cuando sufrió una caída que le causó la muerte. El poste estaba podrido y se quebró, se investiga si recibió una descarga eléctrica. Emanuel tenía 35 años.
Según el sindicato telefónico de La Plata, SOEESIT, Manuel estaba trabajando solo, cuando corresponde que la tarea se realice en cuadrilla, sin herramientas ni capacitación adecuada. Su muerte hubiera sido evitable si hubiera estado trabajando en las condiciones adecuadas.
Las empresas tercerizan para poder deshacerse del trabajador cuando haya una caída en la producción, lo que no sucede con los trabajadores de planta porque es un negocio donde muerden comisiones y cometas con las distintas contratistas intermediarias. Un curro, que se utiliza en telecomunicaciones, energía, ferrocarriles, etc.
Para acrecentar el beneficio se evaden todas las regulaciones en la materia. Esta cadena de contrataciones precariza la relación laboral y la seguridad, la responsabilidad es de las empresas telefónicas por estos crímenes.
El mismo 20 de octubre se cumplían 13 años del crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra, quien luchaba contra el fraude de la tercerización en el ferrocarril. Su asesinato desnudó la complicidad entre el Estado, las Empresas, sus contratistas y el sindicato para llevar un negociado. También, se cumplieron 3 años, el 23 de octubre pasado, del crimen de Matías Dimuro, que trabajaba para una contratista de Claro, cuando una descarga eléctrica lo hizo caer y perder la vida. Estos crímenes son moneda corriente.
Las direcciones sindicales, pese a las denuncias y reclamos, siguen permitiendo este esquema. Los que van a poner fin a este negocio criminal, son los trabajadores organizándose por el fin de la precarización y el pase a planta.