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Toda la perorata entre las fintech y la banca ´tradicional´ -que viene dando pasos en el mundo fintech- sobre la "libertad" o sobre "proteger y asegurar el dinero de los depositantes" es fraseología.
Los capitalistas han evolucionado en el perfeccionamiento de su dominación, en comparación con cualquier régimen de explotación previo. Lo que antes fue servidumbre y esclavitud transparente, aquí se esconde en el terreno de la elección libre y racional de lo que a cada individuo más le "convenga" según la circunstancia.
Cuando un trabajador ve una disputa capitalista por "principios" tan abstractos como ´la libertad´, tiene que leer entre líneas qué negocios se esconden detrás. Esas peleas tratan de influenciar a la opinión pública, hacer lobby sobre sus lugartenientes estatales e incluso involucrar en ella al usuario/cliente, vinculándolo con el interés de uno u otro lado en forma de "beneficio" para que sea un factor de presión en uno u otro sentido.
En este caso, el de la disputa entre los bancos y las fintech, se esconde una disputa parasitaria por beneficios financieros a expensas del trabajador.
No todas las fintech partieron del mismo lugar ni fueron por el mismo recorrido. Algunas, como Mercado Pago, construyeron un gran mercado, Mercado Libre, que les garantizó una enorme liquidez. Y desde esa posición también introducir tendencias como las billeteras virtuales, los pagos con QR y los fideicomisos que, a diferencia del plazo fijo tradicional, le permiten al cliente cobrar intereses, pero tener disponible sus fondos en cualquier momento.
El terreno de este desarrollo es la facilidad de llegar al público a través de la app en un smartphone de gama media, con el que cuenta la mayoría de la población, la velocidad de las redes actuales y el uso de internet. El usuario puede ´bancarizar´ su dinero sin necesidad de contar con una cuenta bancaria a la vista ni plazo fijo. El uso de MP ha crecido exponencialmente como resultado de la expansión de la "economía barrani" (changas, precarización laboral), pero también es utilizada ampliamente para toda clase de delitos (extorsión, secuestros, narcotráfico, lavado de dinero). Su uso se potenció durante el periodo de la pandemia.
El "rendimiento" de la plata en la cuenta de MP es el punto más sensible en la competencia con la banca tradicional, ya que ha drenado fondos de la banca a las fintech. Es cada vez más habitual entre los trabajadores transferir la totalidad de sus salarios de la caja de ahorro -que paga intereses ínfimos- a la cuenta de MP, que acredita intereses del orden del 100 %, apenas cobran para defender, aunque sea en parte, su poder adquisitivo frente a la inflación.
"Incentivados por la aceleración inflacionaria que erosiona diariamente el poder adquisitivo de los pesos, en los últimos años se aceleró la migración hacia las fintech desde los bancos, tradicionalmente las entidades que captaban el ahorro de los ciudadanos y luego intermediaban para invertirlo o destinarlo a créditos. Y si bien con estos instrumentos los ahorristas no obtienen un ingreso que supere a la inflación (los rendimientos oscilan entre el 92 % y el 103 % de tasa nominal anual, según las diferentes alternativas disponibles en el país), se trata de propuestas que superan el nulo interés que pagan las cajas de ahorro tradicionales. Mercado Pago es aquí también el líder del segmento y capta el 92,2 % de los fondos en pesos destinados a fondos comunes de inversión en el segmento fintech. Le siguen Ualá (3,8 %) y Personal Pay (3 %), según los últimos datos del Banco Central. De todas formas, se trata de una participación marginal: de todos los fondos que existen hoy en el sistema financiero, menos del 5 % está depositado en fintech. El resto está administrado por la banca tradicional" (La Nación, 21/10).
Este conflicto asoma cabeza principalmente en dos puntos. El reemplazo del sistema Debin (Débitos inmediatos) por el de transferencias inmediatas pull, que fue introducido por el BCRA a mediados de este año "para mayor seguridad y evitar fraudes y por el consentimiento", el cual, además, traería un costo adicional para "pagar" por la transferencia (con Debin son 3 pesos). Su propósito, dicen los banqueros, es "evitar estafas con transferencias, pero sobre todo reducir el impacto de robo de dinero a través del robo de celulares, uno de los delitos más comunes en el mundo y en Argentina. Es que aquella clave que se introdujo por única vez también le permite al usuario anular desde su cuenta bancaria las transferencias, y que los que robaron el teléfono no tengan el acceso al dinero" (Página/12, 29/10). Este sistema trae aparejado un paso de identificación y seguridad que deberían hacer millones de usuarios. Las empresas de las billeteras virtuales alegan tener fricciones en el proceso y problemas técnicos y comerciales de implementación, denunciando que se quiere "romper" un sistema que está andando por el lobby de la banca, como dijo el propio Marcos Galperin, dueño de Mercado Libre y de una de las mayores fortunas del país. La definición quedó suspendida, por decisión del gobierno, hasta el 1 de diciembre.
El otro punto de fricción viene por el reclamo de la banca y también otras fintech por la "apertura" del círculo cerrado que tiene armado el mayor proveedor de QR para pagos que existe en este momento, que es Mercado Pago. Este, por ejemplo, no permite el pago con tarjeta de crédito desde una app que no sea la propia. En ese caso, el emisor de la tarjeta no cobra su comisión por la operación. El arbitraje también fue postergado para diciembre.
A fines de 2021, el BCRA había dispuesto que las billeteras digitales debían dejar inmovilizados en una cuenta a la vista en el BCRA todos los fondos depositados por sus clientes (no podían usarlo para otras inversiones), pero luego, en septiembre de 2022, cuando el Gobierno enfrentaba dificultades para renovar sus vencimientos, el BCRA dispuso que las billeteras virtuales podian destinar hasta un 45 % de los fondos “encajados” en el BCRA a bonos del Tesoro en pesos, en una medida que generó una demanda extra para esos títulos. Es otra medida orientada a sostener el pulmotor de la economía.
Estas disputas motivaron hasta la intervención del ministro y candidato Sergio Massa (“Pedí la derogación de la norma”, escribió en su cuenta de Twitter, aunque no hubo ninguna solicitud o medida formal al respecto). El BCRA dispuso que se analicen “las mejores prácticas para enrutar las cuentas bancarias con las billeteras virtuales” a la Comisión Interbancaria de Medios de Pago de la República Argentina (Cimpra), que hasta el momento no tuvo actividad. El escenario quedó en un sugestivo stand by hasta saber cuál va a ser el próximo presidente y por ende con quién finalmente se van a sentar a discutir.
Fuentes:
Pobreza y sobre endeudamiento de las familias trabajadoras Por Walter Sánchez, 02/06/2023.
El ciberdelito no se achata - “la nueva normalidad” digital Por Sofía Luna y Pablo Fridman, 12/05/2020.