SUTEBA: Las tareas frente a la etapa que se inicia

Escriben Mariano Hermida y Emiliano Fabris

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El 22 de Noviembre se desarrollarán las asambleas ordinarias en cada una de las seccionales y al día siguiente sesionará el XXVI Congreso de SUTEBA que pondrá a consideración la memoria y el balance del período del 1/7/22-30/6/23. Se votará también la política gremial de 2024. El miércoles próximo Argentina tendrá un presidente electo.

Con los paros que han tenido lugar entre 2022 y 2023, la lucha docente presenta una novedad muy significativa: el desarrollo de un poderoso movimiento huelguístico que transcurre con independencia de los sindicatos docentes coaligados en el FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense). Kicillof declaró “ilegales” estas huelgas, aplicando descuentos masivos y “faltas injustificadas”. La iniciativa de estas huelgas parciales partió de las direcciones de la lista Multicolor. El propósito de presionar a Baradel no llevó a ningún lado, por lo que el movimiento ha entrado en un impasse. Existe la capacidad para desatar una huelga general, a lo que la dirección Multicolor se opone como método de lucha. El “plan de lucha”, o sea los paros parciales o secuenciales no han dado ningún fruto. Una mayoría de las agrupaciones de este Frente llama a votar a Massa.

Nuestra agrupación, Tendencia Docente Clasista, rechazará, obviamente, la memoria y el balance de la conducción Celeste-Violeta. Al mismo tiempo plantearemos la cuestión de la huelga general. Para ello planteamos plenarios con mandato de escuelas y colegios en las seccionales de la Multicolor y en la autoconvocatoria de activistas en las secciones Celestes o del FUDB. Una consagración de Massa reforzará enormemente la “tregua” sindical y política de las direcciones estatizadas. El inicio de clases de 2024 ya está en la agenda política sindical. Massa se ha comprometido a ‘garantizar’ los días de clase, sin considerar los reclamos docentes y ha defendido la política de sobrecarga laboral, con el agregado de que no contempla remuneración adicional. Sea quien fuera el ganador el domingo próximo, los sindicatos deberían declararse en estado de alerta.

De nuestra parte, procederemos a discutir esta política en una Conferencia Nacional, con el objetivo de impulsar un reclutamiento militante fuerte. La elevación de la militancia sindical es una tarea fundamental para abordar la etapa que se inicia y para encarar las tareas que se imponen. En primer lugar, un programa bien preciso de reivindicaciones sindicales y educativas.

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