Escribe Pablo Busch
Tiempo de lectura: 1 minuto
Los trabajadores de Alijor cobraron el miércoles la deuda salarial que la empresa mantenía con ellos, correspondiente a la primera quincena de noviembre. La patronal había alegado no tener plata para realizar el pago, lo que desencadenó que los trabajadores dejaran de prestar tareas el martes de la semana pasada.
Alijor produce panificados de la marca La Salteña en su planta del Parque Industrial OKS de Garín, en el corazón de la Zona Norte, en la localidad de Escobar. Según los trabajadores, la fábrica viene “a los tumbos” hace meses: dejó de comprar mercadería para que funcione el comedor de Planta, dejó de comprar insumos para los trabajadores, dejó de proveer la ropa de trabajo, y por último, empezó a discontinuar los pagos.
Los dueños de la empresa, la familia Biderman, se caracterizan por un manejo de la empresa: apenas declarada la huelga, el presidente de la misma publicó un comunicado anunciando el cierre final de sus actividades. Una maniobra que se repitió varias veces, pero que está vez no surtió efecto sobre el espíritu huelguístico de los trabajadores, que en vez de aflojar le sostuvieron la huelga hasta el final.
En el acta en el Ministerio, firmada por los delegados el día martes pasado, exactamente tras siete días de paro, la empresa se comprometió a abonar el miércoles a primera hora. Además, se firmó el compromiso en tiempo y forma de los futuros pagos – algo que la patronal difícilmente cumpla.
En conflictos anteriores, la empresa no ha descontado las horas de huelga, tal vez con la idea de no reabrir otro escenario de conflicto. Está por verse si la patronal se atreve a descontar las horas de una huelga que se provocó enteramente por su irresponsabilidad.
Siete días de huelga en Alijor Las amenazas de la patronal no intimidan a los trabajadores. Por Pablo Busch, 28/11/2023.