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Los intendentes y los sindicatos municipales son la punta de lanza de esta política de hacerles pagar los trabajadores los costos de la cuarentena. Como pasó en Berazategui, Bahía Blanca, Tres de Febrero y otros municipios, el sincericidio de algunos funcionarios pone en la agenda del movimiento obrero el problema del cobro de salarios de los trabajadores municipales. En este caso se filtró un audio del secretario general de municipales de San Isidro, Omar Arce, quien asegura (después de salir de una reunión) que puede garantizar el cobro total de los sueldos y "por lo pronto queda adeudado las horas extras". Para sueldos tan bajos las horas extras representan un complemento crucial que puede representar un 20 o 30% del salario neto.
En el audio llega más lejos; señala que los municipales son unos "privilegiados" ya que no habrá despidos porque cajoneó el reclamo de aumentos para este año. Se confirma la política que vienen llevando todos los gremios: el chantaje para la clase obrera de salarios miserables (y recortados, o sea, más miserables aún) a cambio de estabilidad laboral. Lo demuestra la firma del acuerdo CGT- Gobierno donde se legaliza una quita del 25%.
Por la preocupación que esto lleve a huelgas y paros, el martes 27 el gobernador Kicillof creó por decreto el "Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal" con el objetivo de contribuir con el pago de los sueldos de los empleados municipales. Son 8 mil millones de pesos con la posibilidad de extenderlo a 12 mil millones. El municipio deberá devolver ese préstamo (sin interés ni gastos administrativos) en el ejercicio fiscal 2020, pero a condición de renunciar a su parte de los fondos que surgen de la Coparticipación. En definitiva, el decreto es una "engaña pichanga" porque no aporta plata "fresca". En realidad, es un adelantamiento del dinero que les correspondería a los municipios por ley.
La falta de Fondos para pagar salarios debe ser primero demostrada. En los presupuestos de los intendentes se esconden varias cajas negras donde se filtran millones de pesos. En el caso particular de San Isidro, el intendente Posse hizo aprobar en la sesión del 4 de diciembre del 2019 el presupuesto 2020 con 17.500 millones de pesos, el mayor de la provincia de Buenos Aires.
Hay que reunirse en asamblea, decidir los métodos de lucha y superar estas burocracias sindicales que ya han decidido que serán los trabajadores quienes paguen los costos de la cuarentena.
Hay que seguir el ejemplo de los trabajadores de Bed Time que han ocupado su fábrica frente a la amenaza de despidos y recorte salarial. "Sin salarios no hay cuarentena" sostiene los trabajadores.
Apertura de los libros de los municipios. Basta de cajas negras.
Que todos los ítems, como el presentismo, se incorporen al básico. Sin el cobro de la totalidad del salario no se trabaja.
Esta situación excepcional debe ser sostenida por la patronales.