Tiempo de lectura: 3 minutos
Una multitud considerable —de entre 15 y 20.000 personas— acudió esta tarde a la convocatoria de este 20 de diciembre en conmemoración del Argentinazo, en repudio al protocolo represivo de Milei-Bullrich y por el retiro del ejército sionista de Gaza.
La jornada estuvo signada por la amenaza represiva del gobierno. Montó desde temprano un operativo de grandes proporciones en los accesos a la Ciudad y en los alrededores de la Plaza de Mayo. Apeló a la extorsión lisa y llana contra los movimientos de desocupados, amenazando con interrumpir la asistencia social a quienes concurrieran a la marcha. Finalmente no se produjeron las refriegas largamente anunciadas, aunque fueron detenidos dos compañeros. En la Plaza se destacó un largo cordón de Gendarmería, intimidatorio, pero fracasó en el propósito de impedir el acto. La señora Bullrich debería reponer de su patrimonio el despilfarro de este desmesurado despliegue de la fuerza.
En cuanto a la concurrencia, quizás no con la masividad de otras oportunidades, las organizaciones de desocupados aportaron, de todos modos, una presencia nutrida. Marcharon por avenida Belgrano y Diagonal Sur, tramo donde se destacó la mayor presencia policial. Los partidos y organizaciones gremiales, por otro lado, formaron sobre la Diagonal Norte. El gobierno había resuelto impedir el paso de la columna a través de la 9 de Julio. Será su único consuelo, porque finalmente se ocuparon completamente la Avenida de Mayo y ambas diagonales antes, durante y después del acto. La presencia sindical fue molecular. Se destacó el SUTNA, que aportó una delegación y encabezó la columna que ingresó a la Plaza por Diagonal Norte. ATE Capital no adhirió a la marcha, pero envió una delegación encabezada por su secretario general, Daniel Catalano. Se retiraron mucho antes de que comenzara el acto.
La preparación de la marcha se consumió en interminables debates que abordaremos en otra ocasión.
Desde el punto de vista político, el documento leído en la plaza recoge un rosario de denuncias contra el gobierno, incluso la colaboración del peronismo, y concluye con la exigencia de un “paro activo” a la burocracia sindical de la CGT. Este planteo marcó la tónica del texto. El planteo es un callejón sin salida, para un escenario en que todavía predomina un desconcierto político entre los trabajadores. La burocracia sindical tiene su propio tiempo y sus propios intereses. La iniciativa vendrá de abajo, de las masas y desde los lugares de trabajo.
Otro aspecto de absoluta importancia como es la guerra de exterminio del sionismo en Gaza quedó relegado a una mención muy breve entre las consignas finales. El error estratégico en este caso es brutal, porque el gobierno de Milei forma parte del dispositivo político y militar del sionismo y el imperialismo norteamericano.
Las organizaciones convocantes asumimos un desafío y el saldo fue positivo. El derecho a la protesta se hizo valer, a pesar de las bravuconadas de Bullrich. Sabemos, de todos modos, que no será su última provocación. Pero en el balance final de la jornada, la exministra de De la Rua y Macri salió escaldada. Tampoco será la última vez.
Política Obrera participó con vigor tanto de la marcha como de sus preparativos. Movilizamos una combativa columna encabezada por sus dirigentes. El 2024 se vislumbra caliente... y no sólo por el cambio climático, que los libertarianos niegan.
El protocolo Pettovello Por Eva Gutiérrez, 19/12/2023.
El 20 de diciembre nos movilizamos por Gaza Por Jacyn, 19/12/2023.
El protocolo Bullrich y el cumplimiento de la ley Por Pedro Justo, 19/12/2023.
20 de diciembre: por aumento general del 100% de salarios, jubilaciones y asignaciones sociales Impulsemos autoconvocatorias, plenarios y coordinaciones de lucha. Apoyo incondicional a la lucha del pueblo palestino. Por Política Obrera, 17/12/2023.