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La ministra Patricia Bullrich dio a conocer la detención de tres personas sospechadas de actividades terroristas, las cuales tuvieron lugar antes del 31 de diciembre. Afirmó por los medios: “Neutralizamos la llegada de una posible célula terrorista al país”.
En rigor, las personas detenidas todavía están siendo investigadas. Las sospechas fueron trasladadas, según Bullrich, por las agencias de inteligencia de la CIA y el Mossad, junto con un dato procedente de Colombia recibido por un miembro de la Gendarmería argentina. Los tres sospechados no tenían pedido de captura internacional. Serian nativos de Siria y El Libano, aunque ingresaron con pasaportes de Venezuela y Colombia. La versión oficial afirma que los tres esperaban recibir un paquete procedente de Yemen -país aliado de Hamas- cuyo contenido aún se desconoce pero pesaría unos 35 kg. Los tres se iban a hospedar en el mismo hotel, ubicado a dos cuadras de la embajada de Israel. Por estos días, además, se desarrollaron en nuestro país los Juegos Macabeos panamericanos, una actividad deportiva auspiciada por la comunidad judía. Bullrich acusó a los gobiernos de Venezuela y Colombia por su supuesta demora en identificar la veracidad de los pasaportes de los sospechosos.
Bullrich justificó esta operación por X (ex Twitter). Ubicó el operativo en el contexto de un “mundo convulsionado”. La ´hipótesis´ oficial es que se estaba tramando un atentado como represalia por el alineamiento de Argentina con el sionismo y la OTAN.
Se ha abierto una investigación judicial a los detenidos. Existen varios elementos que son considerados, de todos modos, llamativos. Por ejemplo, la desprevenida llegada de los sospechosos a través de Ezeiza, en lugar de hacerlo por separado a través de algún paso terrestre; o incluso el envío de un paquete por encomienda desde Yemen, sin advertir que las medidas de seguridad prevén el escaneo de todos los bultos. La logística de estos supuestos conspiradores resulta, en principio, demasiado burda. Las detenciones, finalmente, no fueron realizadas por la AFI -el organismo encargado de las operaciones antiterroristas- sino por la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se desconoce si, como aseguran algunos, esto se debe a la completa desarticulación de la AFI o a otras cuestiones de competencia.
En poco tiempo, se deberían conocer los resultados de la investigación. Por lo pronto, Bullrich aprovechó el hecho para reforzar su campaña “el que las hace las paga”, aunque por el momento no ha comprobado que los tres detenidos hayan hecho algo. Bullrich anticipa futuras detenciones bajo la “presunción” de terrorismo, asociada con las agencias de inteligencia del sionismo y EEUU.
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