Escribe Julián Asiner
Organicemos el rechazo y la lucha autoconvocada.
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El día anterior al paro fue un verdadero martes negro para los médicos y profesionales de la salud de CABA. El Consejo Central de Médicos Municipales (AMM) que comandan el peronista Carlos Rojo y su lista 10, aliada de los radicales de Yacobitti y Lousteau, sancionaron junto a su ´opositor´ radical-macrista Jorge Gilardi, una monumental amputación salarial para los trabajadores de los hospitales y centros de salud de CABA. Lo mismo que se aprobó el martes había sido rechazado el jueves anterior y es lo mismo que ya había firmado SUTECBA para el resto de los municipales. El rechazo del jueves fue por “una calentura”, habrían admitido Rojo y Solari. Junto a la paritaria, la AMM votó con menos de 24 horas de anticipación una adhesión al medio paro de la CGT sin participar de la movilización.
La “calentura” de Rojo y Solari es ahora la de todos los médicos y profesionales. Después de jurar que “nunca más” firmarían “paritarias por debajo de la inflación” -una autoimputación por los años que la dupla compartió directiva con Gilardi- la negociación salarial 2023 cerró con un aumento del 180%, 18% abajo del índice de precios de CABA (198,4%) y 31% por detrás de la medición del INDEC (211,4%). Esto si admitimos la manipulación de una comparación punta-punta.
Al igual que lo que firmó el SUTECBA de Amadeo Genta con Jorge Macri, este golpazo brutal contra los salarios pretenderá ser compensado con dos bonos no remunerativos a cobrar por única vez, uno del 10% en enero y otro del 8% en febrero. Estos bonos en negro quedan así por afuera de la base salarial de diciembre 2023, que se considerará como punto de partida para todos los aumentos de 2024. O sea, que la entregada de estos 18-31% de 2023 es mucho mayor ya que impactará a perpetuidad en una desvalorización de las escalas salariales para todo lo que resta del año. Sobre esta base devaluada, AMM firmó un aumento del 10% para enero… cuando la inflación se estima en un 25%.
Según se ventiló en el Consejo Central, la excusa del primo de Macri para semejante recorte salarial es que el ministro Caputo, de su mismo partido, le está pagando a la Ciudad la coparticipación con bonos. “No hay plata” para salarios, esgrimen, cuando los ingresos impositivos del Estado, en su inmensa mayoría, se ajustan de forma automática a la inflación en curso, así como ocurre con los títulos de la deuda pública. Al igual que los capitostes de la CGT, la AMM admite esta brutal transferencia de ingresos desde el mundo del trabajo a las arcas del Estado y el gran capital.
La dirección de AMM ya había admitido con su rechazo del jueves pasado que esta “oferta” era perjudicial para los intereses de los trabajadores. Ahora, dicen, debieron aceptarla porque, de lo contrario, era “quedarse sin nada”. La nueva estrategia de Rojo-Solari sería esperar a marzo o abril, a que “la gente vuelva” de sus licencias, y “ahí sí”, hacer reclamos y hasta convocar a un eventual paro. Un cuento del tío. Federación de Profesionales, que acompañó el secretismo de AMM en todo el proceso, retaceando la información elemental sobre la negociación a las bases, ahora tendrá que definir si también se arrepiente de la “calentura” del jueves pasado.
La entrega de la burocracia sindical contrasta con la disposición a la lucha que se vivió en todos los hospitales y centros de salud de CABA el día del paro. A pesar del papel desorganizador de AMM y Federación, que esperaron a último momento para abrir la boca, médicos y profesionales se autorganizaron para parar y movilizar. Fue nutrida la columna de Federación de Profesionales, donde se destacó el papel combativo del Hospital Moyano, algunos CeSACs y asociaciones como APSS y APACSA, entre otras.
La columna de residentes y concurrentes, que marchó de forma independiente, fue importante y adquirió un carácter masivo en hospitales como el Fernández y el Gutiérrez. A propuesta de los trabajadores del Fernández, se realizó una asamblea posterior a la marcha para debatir la continuidad del plan de lucha. Se votó rechazar la paritaria de Macri-AMM y convocar a asambleas abiertas en todos los hospitales por un 100% de aumento salarial ya, el salario y ART para todos los concurrentes y la caída del triple paquete antiobrero (DNU-Ómnibus-Protocolo).
Después del paro y la entregada, es la hora de organizar el rechazo y la lucha autoconvocada.
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