Huelga ferroviaria en Alemania: “la más larga de la historia”

Escribe El Be

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Luego de una serie de negociaciones, los maquinistas de trenes de Alemania levantarán el lunes a la madrugada lo que dio en llamarse la huelga ferroviaria más larga de la historia. El paro que comenzó el pasado miércoles y fue anunciado por seis días, reclamaba una reducción de la jornada laboral de 38 a 35 horas semanales sin afectar el salario, un bono para compensar lo perdido por la inflación y un aumento de sueldo del 18%. “Esta huelga de seis días es la más larga en la historia de Deutsche Bahn”, afirmó la portavoz de los ferrocarriles alemanes, Anja Broeker.

El levantamiento de la huelga fue anunciado en un comunicado del Sindicato de Maquinistas Alemanes (GDL) a partir de que se alcanzara un acuerdo para volver a la mesa de negociaciones con la empresa estatal de trenes de Alemania, Deutsche Bahn (DB). El acuerdo alcanzado estableció un compromiso de paz hasta el 3 de marzo. Si bien los términos de las negociaciones serán confidenciales, el sindicato ya había rechazado una oferta de reducción a 37 horas semanales. Claus Weselsky, presidente del GDL, señaló que la reducción de jornada laboral debía compensarse con contratación y formación de nuevos trabajadores, y aseguró que entre los usuarios del ferrocarril los que entienden la huelga son muchos más “de lo que algunos afirman”.

La huelga tuvo una enorme repercusión a nivel nacional y también internacional. El GDL cuenta con alrededor de 40.000 trabajadores. La Nación explica que “debido a la posición geográfica de Alemania en el centro de Europa y a su economía, que por sí sola genera una cuarta parte del PIB del continente, los efectos ya comenzaron a repercutir en otros países de la UE”. Según la portavoz de DB, el impacto se siente sobre todo en las rutas que van “a Escandinavia o a puertos marítimos de Holanda y Bélgica”, pero también que pasan “por los Alpes”. A través de Alemania pasan seis de los once corredores del transporte de carga de Europa. Según Thomas Puls, del Instituto de la Economía Alemana, “Alemania es el corazón logístico de Europa”. Las grandes industrias, como la del acero, la química, la automotriz y las centrales eléctricas, dependen de ese tipo de transportes, y según Puls “solo se pueden gestionar con dificultad utilizando otras rutas”. Según la Confederación Alemana de la Industria, la industria habría perdido unos 1000 millones de euros.

La empresa y el gobierno fracasaron en quebrar la huelga. El secretario general de la Unión Social Cristiana, Martin Huber, salió a atacar públicamente a los huelguistas y aseguró que “las huelgas que afectan a infraestructuras críticas deberían anunciarse al menos una semana antes de su inicio” y que “además, las huelgas en infraestructuras críticas sólo deberían permitirse si los procedimientos de arbitraje no han tenido éxito. Y necesitamos un límite de tiempo adecuado para las huelgas”. El ministro federal de Transportes, Volker Wissing, calficó a la huelga de “inaceptable”. Se trata de la cuarta huelga de la actual ronda de negociación colectiva, que comenzó a principios de noviembre. El sindicato hizo una huelga de advertencia de un día en noviembre, luego de la primera ronda de negociaciones. Luego otra en diciembre, seguida de una huelga de tres días en enero.

El desgaste de los huelguistas no dio resultado. “Un fondo de huelga vacío, decía el medio Zeit (24/01), ya ha puesto fin prematuramente a muchos conflictos laborales, por ejemplo, en el sindicato de azafatas UFO. Cuando los empleados dejan de trabajar, sus empleadores no les pagan. El sindicato cubre entonces gran parte de los salarios, aunque no la totalidad. Teóricamente, las pérdidas para los huelguistas podrían en algún momento haberse acumulado hasta tal punto que la disposición a hacer huelga disminuyera”. El nivel de cobertura del fondo de huelga de GDL, agrega, “sigue siendo un secreto celosamente guardado”. De lo contrario, el ferrocarril podría calcular durante cuánto tiempo el GDL puede financiar la huelga y ganar tiempo. Pero hay algunas pruebas que sugieren que el GDL tiene suficiente dinero. El fondo de huelga se financia mediante las cuotas de afiliación y el sindicato ha ganado varios miles de miembros en los últimos años. El GDL también es miembro del sindicato central Asociación Alemana de Funcionarios Públicos (DBB), que cubre parte de los fondos de la huelga y recientemente ha vuelto a expresar su solidaridad”.

Klaus Dörre, investigador de la Universidad de Jena, aseguraba que “incluso si las cosas se ponen realmente difíciles desde el punto de vista financiero, simplemente pueden recurrir a tácticas de guerrilla. Me sorprende que aún no lo hayan hecho”. Se refiere a piquetes “sin previo aviso” en las rutas más sensibles posible.

Alemania se encuentra en un estado de crisis económica y agitación política. Los pilotos de Discover Airlines, la filial de la aerolínea Lufthansa, realizaron una huelga el viernes, luego de que casi el 96% de los trabajadores votaron a favor de parar tras no obtener resultados con una primera huelga de advertencia de diciembre. La huelga se realiza junto con el sindicato de azafatas UFO, “algo inusual” afirma la agencia de noticias Spiegel. El objetivo de los trabajadores es que se respeten los convenios colectivos sobre salarios y condiciones de trabajo.

El medio DW (11/01) asegura que la situación se agravó con la guerra de Ucrania iniciada en 2022. “Al no contar más con el gas barato de Rusia, los precios explotaron por momentos y la economía cayó en una recesión. Las mermas de prosperidad se perciben por doquier”. El gobierno se encuentra a su vez frente a una creciente protesta de los agricultores, a los que se pretende recortar subvenciones como parte del ajuste general del gobierno. “Bloquean carreteras, protestan en las ciudades y paralizan el tránsito. Algunos campesinos, presuntamente junto a ultraderechistas, intentaron incluso abordar por asalto un transbordador en que viajaba el vicecanciller, Robert Habeck, de regreso de sus vacaciones de Navidad. Hubo escenas dramáticas, solo vistas hasta entonces en regiones del este, en las que el partido Alternativa para Alemania (AFD), en parte de extrema derecha, tiene especial arrastre” (DW, ídem).

El gobierno del canciller Olaf Scholz y su coalición de tres partidos (socialdemócratas, ecologistas y liberales) se propuso llevar adelante un ajuste para tapar el agujero de 17.000 millones de euros que dejó una sentencia del Tribunal Constitucional que frenó una reasignación de fondos extrapresupuestarios a fines del año pasado. La economía alemana se encuentra en plena recesión, con una contracción de la industria por sexto mes consecutivo y contracción de 0,3 % del PIB en el último cuarto del año. Según la agencia Bloomberg (9/1), “los fabricantes, el pilar económico de Alemania, están luchando contra el costo energético, las mayores tasas de interés globales y una desaceleración en China”.

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