Nuestro acto del primero de mayo

Escribe Jacyn

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El 1 de mayo se realizó con éxito el acto de tipo digital que habían convenido, en una reunión internacional, el Partido Obrero (Tendencia), el Partido de los Trabajadores (Uruguay), el Partido Obrero Revolucionario (Chile), Prospettiva Operaia (Italia), Independencia Obrera (España) y los compañeros del Boletim Classista (Brasil). La base de esta actividad común fue la declaración política y programática que habíamos aprobado a fines de marzo pasado, finalmente discutida y resuelta en un plenario virtual realizado a mediados de abril. El acto virtual permitió a los oradores desplegar un programa ajustado a las condiciones de crisis presentes, de alcances fenomenales, y compartir la experiencia de lucha de varios países y sus peculiaridades. En todos los casos exhibió a una clase obrera que combate y a una vanguardia que se esfuerza para fusionarse políticamente con esa lucha.

La primera oradora del PO (T), Jorgelina Signa, ex concejal del Cordón Industrial de Santa Fe y trabajadora del Hospital “Eva Perón” de Granadero Baigorria, relató la lucha de los trabajadores de la salud, en la primera línea de combate. Denunció el vaciamiento sanitario y explicó cómo se organizan médicos y enfermeros para exigir la provisión de insumos y elementos de protección. Jorgelina colocó la lucha de su hospital en el escenario más general de una de las poblaciones obreras más concentradas del país, el núcleo exportador del cordón de San Lorenzo. Allí, las cerealeras intentaron barrer tempranamente, desplegando una presión enorme, cualquier medida de protección o aislamiento que frenara sus despachos. Los trabajadores de carga frenaron esa escalada con la primera huelga obrera de la cuarentena argentina.

El compañero Álvaro Soto, dirigente del PT y de la dirección del sindicato de trabajadores municipales de Montevideo (Adeom), denunció el dramático crecimiento de la infección en Uruguay y la complicidad del Frente Amplio con la política de Lacalle Pou, que ha abierto la canilla del crédito público y del Tesoro para subsidiar al capital, en un cuadro de pauperización sin precedentes de los trabajadores. “El Vasco” describió la tensión que se desarrolla al interior de los principales sindicatos y de la central obrera. Destacó la decisión de ir al paro, por parte del sindicato municipal de Montevideo, contra el levantamiento de las medidas de aislamiento.

Delia y Raffaele, de Prospettiva Operaia, caracterizaron el dramático escenario italiano y el esfuerzo de la clase obrera contra la presión criminal de los capitalistas por mantener abiertas las fábricas, lo cual explica por qué la inmensa mayoría de muertes tienen lugar en centros industriales. Las patronales no quieren saber nada con la cuarentena ni con pausar las producciones no esenciales. La pulseada entre la Confindustria, la central patronal, y los destacamentos obreros de las grandes fábricas del Norte, ha marcado el pulso de la lucha de clases en las últimas semanas.

Delia, que también integra la organización de mujeres “Rivoluzionaria”, describió crudamente la lucha de las trabajadoras contra la opresión patronal y la violencia doméstica. En un discurso incisivo y vibrante, Delia desarrolló todas las dimensiones que afectan a la mujer trabajadora durante la pandemia. Mientras que por un lado se acentúan las presiones de la vida laboral, sea en la fábrica o en el trabajo a distancia, la mujer vive el agobio de las tareas domésticas, redobladas bajo el encierro. Este es el marco que rodea al aumento de la violencia doméstica. Salimos de ese infierno, señaló Delia, en la unidad de trabajadoras y trabajadores en defensa de nuestros derechos avasallados.

Ricardo Vásquez, dirigente del POR y del sindicato nacional de empleados de Starbucks, rechazó que la pandemia comporte un aplacamiento de la revolución chilena, y anticipó un nuevo estallido popular en el horizonte próximo. En ese marco, desarrolló la lucha de la juventud trabajadora trasandina contra las medidas antilaborales de la administración Piñera, que habilita a las patronales a cesar las relaciones laborales vigentes durante la pandemia. Ricardo destacó también que las medidas represivas -toque de queda y estado de catástrofe- nada tienen que ver con asegurar las medidas de aislamiento, que el gobierno siempre desconoce en beneficio de las patronales, sino que sólo fueron dictadas para desactivar la rebelión popular. La conclusión de Ricardo fue clara: “la permanencia de Piñera en el poder es incompatible con la defensa de la vida”.

En el cierre del acto, Jorge Altamira comenzó su discurso con un homenaje a tres compañeros del PO, recientemente fallecidos -Inés Rojas, Hugo Interlandi y Nora Elicabe- y con un saludo a los trabajadores de Bed Time y Penta, y a todos los trabajadores en lucha. Abarcó la crisis actual en su conjunto y los desafíos para la clase obrera y la izquierda. Los lectores pueden ver esos planteos en el Facebook de Política Obrera, y leerlo en los próximos días. Varios comentarios de una audiencia relativamente numerosa de 1.200 asistentes señalaron que en numerosos pasajes de esta actividad sintieron encontrarse en Plaza de Mayo.

En todo el desarrollo del acto estuvieron presentes las luchas más significativas del momento, no solamente las de Bed Time y el frigorífico Penta. Mientras se desarrollaba el acto, la pelea de los obreros de Bed Time se acercaba a un posible desenlace. El acto sintonizó con las luchas de masas que resisten estos intentos de una reestructuración social capitalista. La conclusión central del acto del 1 de mayo organizado por estas corrientes es que, a espaldas de la pandemia, se está gestando una situación revolucionaria. El antagonismo entre el capital, de un lado, y la vida de las masas, marcha hacia un paroxismo. La crisis sanitaria se fusiona con una bancarrota gigantesca del capital y sus estados – o sea crisis políticas más severas, en última instancia revoluciones.

En Argentina, esto está a la vista de quien quiera verlo. Un gobierno al que se le viene encima un default o una ‘acuerdo’ que será peor que el default; una progresión de la crisis de salud, porque se desconoce aún el tamaño de la población afectada y porque la capacidad de la salud estatal se acerca a límites firmes; la visibilización de una descomposición mayor del estado en la cuestión carcelaria; el crecimiento del endeudamiento público para suplir el sabotaje del sistema bancario al financiamiento de la economía; el repliegue de todos los parlamentos del país hacia las sesiones virtuales, para no hacerse cargo de la catástrofe que se encuentra en desarrollo.

El 1 de mayo nuestra Tendencia se expresó por medio foro internacional. Reunió a organizaciones que reclamamos la continuidad de la CRCI, bajo los principios de sus estatutos, unidad de acción y democracia obrera, incluida especialmente el derecho de tendencia. Es nuestra Tendencia la que ha elaborado el programa y los estatutos de la CRCI, aprobados en un congreso internacional.

El acto, en el marco de crisis y disputas en el seno del FIT-U, con el eje en la colaboración parlamentaria con el Estado y la vulneración de la democracia de partido (derecho de tendencia), ha sido una nueva instancia para desarrollar la construcción de un partido obrero sobre una base socialista de principios, que salde la experiencia de crisis sucesivas de estos años.

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