Escriben Pablo Busch y Lucas Sánchez
Gran paso adelante en una lucha de fondo.
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Para muestra basta un botón, dice el viejo refrán. Las extorsiones patronales pueden ser derrotadas por los trabajadores, aun en las condiciones más complejas. Lo acaban de demostrar los plásticos de Bedtime, quienes hicieron retroceder -después de una semana de ocupación- el objetivo de la empresa de reducir un 50% los salarios del personal.
El acta que aprobó la asamblea antes de levantar la medida, aún con sus límites, es un gran paso adelante de los trabajadores. La patronal se compromete a pagar el 100% de la deuda salarial, una primera parte el próximo lunes 4 y el 11 el resto. Además, la empresa se comprometió a dejar sin efecto los despidos efectuados y la reducción de personal anunciada. El acuerdo incorpora un esquema de suspensiones rotativas, en la que los trabajadores prestarán servicio la mitad de las horas de cada quincena, percibiendo alrededor del 85% del salario total.
El compromiso al que se avino la empresa no tiene nada que ver con su posición original, que buscaba dar un golpe decisivo a los trabajadores de la fábrica, y que inclusive consideraba el subsidio del 50% del salario que decretó el gobierno como el salario total a percibir. Sin embargo, los trabajadores advirtieron correctamente que el cumplimiento del compromiso de pago y el recule con los despidos dependerán de que la asamblea no baje la guardia, para lo cual decretaron un estado de alerta hasta su cumplimiento.
Solidaridad obrera y popular
Los trabajadores de Bed Time pusieron de relieve el conflicto de fondo que recorre a todo el país, entre las ganancias de los capitalistas y la salud del pueblo en su conjunto. Resaltaron, en los medios y en sus comunicados, la necesidad imperiosa que enfrentan los hospitales públicos de recibir colchones para camas, y que podían ser producidos en Bedtime. La empresa lejos de querer abastecerlos, elegía aprovechar la pandemia para reducir salarios y personal.
Con esta claridad, la toma de Bedtime conquistó, con un gran trabajo de difusión, la solidaridad obrera de vastos sectores, desde la directiva del Sutna hasta decenas de internas, sindicatos y trabajadores de cientos de fábricas. La ocupación de Bed Time logró repercusión en medios nacionales. Trabajadores de hospitales manifestaron su solidaridad, a la vez que impulsaban un empadronamiento de la cantidad de camas necesarias para cada hospital y que no se producían en Bedtime por la conducta de la empresa.
El sindicato
Hace pocos días, mientras en todas las fábricas plásticas los trabajadores luchaban contra las reducciones salariales que buscaban imponer sus patronales, el sindicato plástico (Uoyep) firmaba sin consultar con nadie la aceptación de suspensiones pagando el 75% del básico, lo que representa en la mayoría de los casos un 50% del salario real. Pero la firma del sindicato produjo tal rebelión, incluso en su propia tropa, que empujó a que 24 horas más tarde tuvieran que dejar sin efecto el acuerdo, un escenario calcado del gremio metalúrgico.
La lucha de Bed Time se dio en medio de este proceso de rebelión contra el sindicato, lo que condicionó la intervención de sus dirigentes. El grado de conciencia y organización de las asambleas de Bed Time obligó al sindicato de "las rebajas salariales sin luchar" a acompañar formalmente las decisiones de los trabajadores. Pero el conflicto puso de manifiesto la necesidad de recuperar el sindicato y abrir paso a esta combativa y nueva dirección ya actuante.
La lucha continúa
El acta acuerdo deja abiertos varios escenarios de pelea. El pago total de los trabajadores en cuarentena, el pago de las horas caídas, la discusión del comedor. Para estas próximas peleas, los trabajadores llegan con una experiencia y un grado de unidad aún mayor del que tenían antes del 23 de abril, cuando comenzó esta lucha; durante estos 7 días, las comisiones organizadas durante la ocupación han sido escuelas de formación de nuevos activistas.
Los trabajadores de Bed Time han dejado de manifiesto todas las implicancias de la batalla actual entre la ganancia de los capitalistas, de un lado, y la salud, el trabajo y el salario de los trabajadores, del otro.