El Frente de Unidad Docente Bonaerense se pliega a Kicillof

En medio de la crisis nacional por la extinción de la paritaria nacional docente y sus fondos complementarios, el gobierno bonaerense convocó a reunión paritaria a los sindicatos docentes en la que no presentó oferta salarial alguna. El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB), según se informa por un comunicado, tampoco ha explicitado una demanda salarial concreta, se confinó a exigir una “recomposición salarial inmediata” y que el gobierno provincial presente una oferta para que sea pagada a principios de marzo.

Kicillof, sin embargo, viene de otorgar un aumento del 10% en enero por decreto a cuenta de la paritaria -a pesar de que estaban en desarrollo reuniones paritarias en enero con el FUDB- y otro 15% en diciembre, pero sobre la paritaria del 2023. Con ello, un maestro de grado sin antigüedad está en los $325.000 por un cargo (la canasta básica está por encima de los $600.000). Entre el 46,1% de inflación de diciembre y enero, ya arrastramos una pérdida neta de al menos el 21,1%. Con esto sobre la mesa, y la ausencia completa de propuestas de ambos lados, la reunión paritaria se convirtió en una cortina de humo.

En el comunicado del FUDB se destaca lo siguiente: “Es evidente que la situación planteada por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires es delicada especialmente en lo que respecta al financiamiento para la Educación y el impacto directo que esto tiene en los salarios de las y los Docentes.” De esto se desprende que la FUDB hace un paquete indiferenciado entre la ofensiva de Milei contra los gobernadores y el derecho de los docentes al aumento salarial que compense, como mínimo, la inflación. El comentario acerca de la ‘situación delicada’ está preparando el terreno para justificar una liquidación del salario docente.

La secretaria adjunta del SUTEBA, María Laura Torre, declaró una vez finalizada la reunión que “es difícil discutir una paritaria sin tener el piso nacional”, en referencia a la supresión de la paritaria testimonial en el orden nacional, que CTERA había convertido en una política de división del sindicato. Se trata de otra muestra de adaptación a los gobernadores. Al mismo tiempo, en la reunión, le dejaron abierto el camino a Kicillof para que ponga el número que le venga en gana. Como es sabido, los 24 gobernadores se han arrogado el derecho de fijar el básico nacional ‘testigo’.

En forma previa a esta reunión, Kicillof y su ministro de Educación anunciaron por todos los medios que para los sueldos de febrero ya no podrían pagar el incentivo docente que sí pagaron en enero a pesar de que Milei no envió los fondos, y que por esta razón estaban en peligro el inicio de las clases. Mientras “reclaman arriba”, ajustan abajo, por las dudas. En su comunicado, el FUDB, por el contrario, ha definido un “estado de alerta y movilización” sin ningún alcance más que la dilación. Además de los salarios, está la crisis de la obra social IOMA y la falta de titularizaciones docentes en las ramas educativas de Técnica, Superior Artística y Educación Superior.

El FUDB, por otra parte, no ha convocado a asambleas ni cuerpos de delegados. Convocamos a impulsar un plenario de delegados provincial con mandato de las escuelas. Llamamos a las seccionales de SUTEBA a realizar ese plenario en sus distritos y unificarlo con un plenario provincial y eventualmente nacional. Está claramente planteada la necesidad de un paro de advertencia al inicio de las clases, como el primer paso de una huelga general.

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