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Las autoridades de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) despidieron el mes pasado a 60 docentes que se desempeñaban como profesores en el CIU (Curso de Inicio Universitario) en los talleres de Vida universitaria, Matemáticas y Lectura y escritura. El resto de los docentes interinos deberán tomar a su cargo más comisiones para sostener su salario.
Frente al ajuste brutal que el Gobierno nacional de Milei está realizando sobre el conjunto de la educación pública, la gestión kirchnerista de la UNPAZ no ha cesado de llevarlo hasta el final. Los argumentos esgrimidos para justificar los despidos van desde responsabilizar a quienes votaron a Milei, hasta la necesidad de reducir el personal docente a partir de un estudio realizado por la propia institución que “evidencia” que parte de los que se inscriben luego no se presentan o abandonan. La gestión no puede, ni siquiera, explicitar el criterio bajo el cual fueron despedidos los más de 60 docentes porque encubre el hecho de salvaguardar a “los propios” o los que “son del palo”, omitiendo, por ejemplo, la antigüedad docente en el cargo.
A su vez, el sindicato docente ADIUNPAZ no ha impulsado ninguna medida de lucha frente a la situación, ni siquiera una declaración frente a los despidos. Se trata de un sindicato con estrechos vínculos con la conducción celeste de SUTEBA y de CTERA.
Tanto la gestión de la UNPAZ como la conducción del sindicato son responsables de las condiciones de precariedad en la que se encuentran los docentes del CIU, definidas durante el gobierno de los Fernández, que han posibilitado los despidos sin ningún tipo de indemnización ni reconocimiento. La flexibilización laboral está inscripta en el convenio colectivo firmado por CONADU y se replica en la mayoría de universidades del conurbano, cuyas gestiones están alineadas con el kirchnerismo.
Si el presupuesto de miseria destinado a las universidades públicas las hace inviables, de ninguna manera los docentes pueden ser la variable de ajuste que permita su funcionamiento, ni mediante despidos ni a partir de la sobreexplotación de quienes no fueron despedidos. Tampoco los estudiantes, quienes padecen la reducción de la oferta de materias y becas, el aumento del transporte y del material bibliográfico, entre otras.
El Gobierno nacional, la gestión de la universidad y el sindicato son responsables, en distinto grado, del ajuste en curso.
Llamamos al conjunto de la comunidad universitaria a plantear autoconvocatorias, plenarios y asambleas interclaustros de base para organizar un plan de lucha en la perspectiva de la huelga general, para revertir los despidos y derrotar el ajuste.
La universidad pública, en la mira del gobierno Preparemos la huelga universitaria. Por Docentes universitarios e investigadores de Política Obrera, 08/01/2024.