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Pese a las declaraciones altisonantes de Pablo y Hugo Moyano para correr “por izquierda” a la CGT, asegurando que Camioneros “no aceptará rebajas salarias”, los descuentos se dieron en forma masiva en todo el gremio y en varias ramas de las que abarca el convenio, por no decir todas.
Las patronales se han puesto de acuerdo en descontar los ítems de viático especial y comida a todos los trabajadores que están cumpliendo la cuarentena en sus casas, sin que el sindicato haya alzado la voz. A esto hay que sumar el descuento del adicional no remunerativo del 10% que, junto con los ítems antes mencionados, significan el 35 % del salario conformado. Lo peor del caso son los compañeros que están con licencias especiales por pertenecer al grupo de alto riesgo, a los cuales también se es aplicó el descuento de los adicionales.
Las licencias especiales, según ley, deben cubrir la remuneración normal y habitual del trabajador. Sin embargo, bajo el eufemismo de que “los viáticos son para el traslado y la comida para comer en planta”, las patronales eluden el pago con total complicidad de la burocracia sindical. Nadie a esta altura considera el viático y comida del convenio en forma literal, porque en realidad es una parte del salario que se paga en negro.
La rebaja salarial implica que un trabajador de rama logística, por ejemplo, cobre solo el 65% de sus ingresos; eso si no tiene un acuerdo por empresa que supere el sueldo de convenio porque, en tal caso, significa una perdida aún mayor ya que solo se le reconoce el básico.
Por más que la conducción del gremio diga lo contrario, la realidad es que hay miles de trabajadores que sufren los descuentos sin que se convoquen acciones por los reclamos. En el día de ayer, camioneros presentó en el Ministerio de Trabajo una nota que denuncia el acuerdo UIA-CGT diciendo que “(el) gremio no suscribirá acuerdos de ningún tipo (…) que signifiquen bajas salariales y/o supresión de Ítems convencionales, (ni) suspensiones de personal”. No obstante, la realidad de los trabajadores camioneros es completamente diferente y los descuentos pasan como agua.
La cuestión de los descuentos en Camioneros saca a la luz ante los trabajadores una realidad disfrazada por años: que el 35% del sueldo de convenio son sumas en negro que el trabajador no cobra si no se presenta a trabajar por el motivo que sea, lo que incluso lleva a muchos a trabajar lesionados o automedicados para evitar descuentos, situación que, en un cuadro de pandemia, puede desencadenar contagios masivos; la acción irresponsable de las patronales fomenta un caldo de cultivo.
En pos de mantener sus ganancias, las patronales invocan cuestiones de fuerza mayor y excepcionalidades para reclamar subsidios y rebajas salariales, por un lado, presionando para producir y comercializar en actividades que no son esenciales por el otro, aumentando así la circulación social desaconsejada por los organismos de salud.
Los trabajadores debemos plantear la cuestión en sentido inverso: precisamente por tratarse de una cuestión de fuerza mayor, debemos luchar por el pago integral de los salarios para los trabajadores que están cumpliendo la cuarentena, porque está en juego nuestra salud y la de nuestras familias. En este sentido, cobra vital importancia la lucha por protocolos de salubridad que protejan a los trabajadores, allí donde el transporte de la producción sea indispensable para la población.
El rechazo al acuerdo UIA-CGT y las notas al ministerio son un saludo a la bandera si no se convocan acciones colectivas para enfrentar los ataques de la patronal. De mínima, los descuentos mencionados implican una rebaja salarial que supera en un 10% los acuerdos que los Moyano critican.