Subte: la salida no vendrá de la mano de Moyano

Escribe Matías Cisneros

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La directiva del sindicato del subte votó por mayoría la incorporación del sindicato a la CATT, la confederación de transporte que dirige Moyano. Los trabajadores nos enteramos mediante un comunicado, en el cual aclaran que el pedido deberá ser refrendado por el plenario de delegados y la asamblea extraordinaria para respetar los estatutos de AGTSyP.

El argumento que esgrime Pianelli es establecer una alianza contra Milei y la UTA, justamente cuando esta ha salido de la CATT para confederase con Omar Maturano de La Fraternidad.

Esta posición encubre un acercamiento a la burocracia sindical de Moyano, que sería un ´paraguas´ contra la UTA y su patota. Sin embargo, las grandes conquistas del subte fueron obtenidas de forma independiente de los aparatos de la burocracia sindical, apoyados en las asambleas. En las huelgas, las cabeceras de las líneas cantaban “se va a acabar la burocracia sindical” y “para Moyano que lo mira por TV”, precisamente contra el entonces secretario de la UTA, Palacio, delfín del moyanismo. Este acercamiento se produce en momentos donde la conducción de la CGT está gestionando la apertura de ´canales de diálogo´ con el gobierno antiobrero de Milei para asegurarse sus prebendas. Ha ofrecido, como muestra de buena voluntad, su disposición a transar una reforma laboral. El moyanismo no es ajeno a este operativo.

Este alineamiento impulsado por Pianelli y Segovia responde a propósitos políticos y de aparato. La CATT es una confederación burocrática. Es un nuevo paso en el camino de la asimilación de AGTSyP a los aparatos del Estado.

Mientras tanto, la situación salarial y laboral de los trabajadores del subte continúa degradándose. Sobre la cuota de febrero, la última del periodo paritario 2023-2024, no hay noticias. Los salarios básicos han perdido con la inflación un tercio de su poder adquisitivo: la categoría más baja del convenio pasó de estar de 15.000 pesos arriba de la línea de pobreza a 144.000 pesos por debajo de esta. La empresa consiguió atacar el salario básico con el ítem de presentismo, que es esquilado permanentemente por vía del servicio médico de la empresa.

Los últimos tramos paritarios se han resuelto sin la participación de AGTSyP y sin que la dirección del sindicato reaccionara. Los trabajadores pasamos de conocer las actas salariales a enterarnos de los arreglos por los comunicados de la UTA, que actúa como una escribanía de la empresa.

Los trabajadores pasamos de resolver en asambleas los pliegos de reclamos a ser meros espectadores.

Asbesto, retiros voluntarios, jubilaciones

La empresa se encuentra forzando a los trabajadores afectados por asbesto a volver a trabajar a los ámbitos donde se enfermaron. El saneamiento no se ha completado, no existe ningún lugar libre de asbesto. La línea B sigue funcionando con material rodante contaminado y se han suspendido sistemáticamente los llamados a licitación. En la línea C existe una campaña encabezada por la empresa para que vuelvan a circular los Nagoya 5000, formaciones contaminadas que fueron rechazadas por los trabajadores del sector.

En paralelo la empresa impulsa una campaña de retiros voluntarios, forzando una mayor reducción de la planta que, desde la pandemia hasta esta parte, cuenta con 600 puestos menos. Aquellos cercanos a la jubilación, que agarran el retiro, se enfrentan a una caída de ingresos del 50 %. Para redondear la caída, el sistema de actualización jubilatoria lleva a que los compañeros jubilados hace cinco años cobren entre 200 y 350.000 pesos. Es por esto que hay compañeros que estiran hasta los 70 años sin jubilarse. En subte, si no te mata el asbesto y los componentes insalubres, te mata el hambre cuando te jubilas.

Hay una salida, rechazando la subordinación

La empresa ha impuesto su política de sometimiento y achique sobre la base de la parálisis de nuestras fuerzas. Los síntomas dentro de nuestra organización se agudizan mientras no interviene la base de los trabajadores y los dirigentes actúan sin mandatos. Es necesario unificar el pliego de reivindicaciones con asambleas y recorridas de los activistas a los sectores de trabajo. La salida es por abajo, en la acción y en la calle.

Es necesario levantar un pliego que incluya un aumento del 100 % de emergencia de salarios y jubilaciones; el saneamiento del asbesto en el subte y la compra de formaciones nuevas. Además, retomar el ritmo de control de salud a todos los trabajadores. Existen 99 trabajadores afectados y 3 compañeros muertos. Para cortar el agravamiento de la salud de los afectados debemos imponer a la empresa la licencia de los afectados con el pago íntegro de los salarios.

La contaminación por asbesto dejó al desnudo un componente más grave que la insalubridad. Los trabajadores del subte merecen de resarcimiento el 82 % móvil para jubilarse, solo con esta reivindicación podremos abrirle paso a la jubilación a los 55 años.

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