Dengue: a pesar del brote histórico de contagios y muertes, no habrá vacuna ni tampoco otras salidas

Escribe Daniel Blanco

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Desde EE. UU., Milei fue tajante. En tres meses no va a haber mosquito, por lo tanto, no va a haber vacuna. Esta declaración se produce luego de conocerse las últimas cifras que marcan el récord histórico de contagio y muertes producida por dengue y luego de reiteradas declaraciones efectuadas por su ministro de salud, Mario Russo, quien sostuvo que se iba a esperar las recomendaciones de los expertos.

Precisamente la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), el 7 de marzo ya había concretado una reunión extraordinaria. En esa oportunidad, dedicada íntegramente a la vacuna del dengue, participaron tanto expertos independientes como referentes técnico políticos del Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud.

En esa oportunidad, los expertos recomendaron al Gobierno avanzar con la vacuna del dengue de manera focalizada por región y segmentada por edad. Posteriormente, dos semanas después, cuando se reunió el 25 de marzo el Consejo Federal de Salud (Cofesa), el ministro de Salud, Mario Russo, informó desvirtuando las conclusiones de la CONAIN y ocultando que la vacuna era valiosa de manera focalizada, como herramienta sanitaria contra el dengue.

Estos hechos se hicieron públicos el 26 de marzo, cuando se publicó en la Web de la CONAIN el acta en cuestión, con fecha 7 de marzo. A pesar de publicarse la recomendación de la CONAIN, el Gobierno siguió diciendo que había que seguir juntando información y más datos antes de avanzar con la vacuna.

Desde el Ministerio de Salud plantearon esperar una nueva reunión del COFESA, para que nuevos datos se hayan reunidos respecto a la epidemia y a la vacuna.

Uno de los expertos, integrante de la CONAIN, sostuvo que “decir que no hay datos o que faltan datos para poder aplicar la vacuna es una excusa. Tenés que jugártela como se hizo con el Covid. El dato principal es que la vacuna fue aprobada por la ANMAT en abril de 2023, incluso para mayores de 60 años. Y lo primero que mira la ANMAT es la seguridad”.

Uno de los argumentos que manifestó el Gobierno es que no sirve inmunizar en pleno brote porque la vacuna no lo frena. La respuesta del experto fue contundente: “Vos no vas a vacunar para frenar un brote, sino para proteger a determinada población todo el año, Brasil, por ejemplo, vacunó durante el brote”.

A medida que los contagios y muertes se multiplicaban, desde distintos sectores comenzaron a surgir cuestionamientos porque no se avanzaba con la vacuna.

La respuesta del Gobierno fue que eran críticas y “presiones mediáticas, políticas y de los laboratorios”.

Las últimas declaraciones de Milei han despejado cualquier expectativa en relación a si se va a producir una campaña de vacunación preventiva a lo que puede ser la epidemia en el 2025, a pesar de que los expertos señalan que todos los indicadores marcan que va a superar tanto en contagios como en muertes a la de este año.

¿El mosquito va a desaparecer en tres meses?

La idea de que el mosquito y, por lo tanto, la epidemia se van a disipar simplemente por obra y gracia del frío aparece desmentido por los estudios de los científicos.

Los expertos manifestaron que el dengue llegó para quedarse. No se termina con el frío. Incluso, provincias del norte del país como Misiones, Formosa y Chaco tienen mosquitos todo el año. Lo que en todo caso puede bajar es la población del vector en distintas zonas del país.

El entomólogo Walter Almirón destacó que por debajo de los 17 grados no hay actividad de vuelo de las hembras como para oviponer (expulsar huevos), pero aclaró que si la temperatura está por encima de esos grados perfectamente pueden estar volando.

“De todos modos, eso es a temperatura ambiente, al aire libre. Si en los hogares hay calefacción, la temperatura adentro será más alta y van a volar adentro, y ahí buscarán alimentarse”, afirmó.

A su vez, científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) alertaron que el mosquito del dengue, Aedes aegypti, no se irá con la llegada de las temperaturas más bajas. Indicaron que aun persistirán las probabilidades de contraer dengue. Si bien se espera que con la llegada del invierno disminuyan los casos de personas infectadas con dengue, investigaciones del CONICET informaron que las variaciones en la temperatura no aseguran que el Aedes aegypti desaparezca. Una de las causas es el cambio climático y otra, el comportamiento de los insectos y su reproducción, dos causas vinculadas entre sí.

Por otro lado, mediante estudios experimentales en campo y laboratorio, el Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del CONICET comenzó a evaluar las variaciones a corto y largo plazo de las abundancias del mosquito Aedes aegypti en la Ciudad de Buenos Aires y los factores ambientales que favorecen su persistencia interanual, tanto en temporada cálida como en la fría. Luego, los especialistas analizaron la supervivencia, el tiempo de desarrollo y el tamaño de los mosquitos adultos para cada tratamiento.

El trabajo, publicado en la revista de la Sociedad Americana de Entomología, indica que la población del Aedes aegypti en CABA tiene una mayor tolerancia a las bajas temperaturas que las poblaciones de otras regiones geográficas evaluadas en estudios anteriores.

Los huevos de este mosquito, son capaces de sobrevivir hasta un año sin agua y también resisten temperaturas bajas. Pero las investigaciones del grupo GEM de la UBA pusieron en duda que los huevos permanezcan en estado latente a lo largo de todo el invierno, para eclosionar a partir de la primavera, es decir, cuando la temperatura y la humedad aumentan.

Los investigadores observaron que la eclosión de los huevos del mosquito y el desarrollo del insecto no se detienen y que, de alguna manera, la población local de estos mosquitos estaría adaptándose a las condiciones invernales de la Ciudad de Buenos Aires. Se estima que, durante el invierno, puede eclosionar más del 45 % de los huevos y una gran parte de las larvas puede desarrollarse y alcanzar el estado adulto.

Asimismo, investigadores indicaron que los efectos del cambio climático, las variaciones más abruptas del clima, con cortos periodos de frío, intercalados con días de calor en épocas imprevistas, lluvias torrenciales, modifica el comportamiento de animales, insectos y su sobrevida.

Una experiencia pública brasileña y sus resultados

En medio de la peor epidemia de dengue en la historia de Brasil, un grupo de investigadores anunció que ha puesto en marcha un método para luchar contra el mosquito transmisor del dengue, que utiliza al mismo insecto como “caballo de Troya” para diseminar un larvicida. El método fue desarrollado por el laboratorio público Instituto Fiocruz y consiste en un recipiente lleno de agua en el que colocan una tela impregnada de larvicida que, si bien no mata a los mosquitos adultos, acaba con las larvas de los criaderos.

"Atraído por el agua y el color negro del recipiente, el insecto va y se contamina con un larvicida que esparce por todas partes. ¿Quién mejor para encontrar los criaderos?", afirma el profesor Rodrigo Gurgel, coordinador del laboratorio de la Universidad de Brasilia. Brasilia es la ciudad que tiene un mayor índice de contagios en la histórica epidemia que vive Brasil. Gurgel piensa que "conseguirán controlar el mosquito" con la misma eficacia que otro estudio que realizaron en 2017 en la región de San Sebastián, ubicada también en Brasilia, donde se redujo un 66 % la presencia de los mosquitos.

Una ventaja clave de este método es su bajo costo, explican. Según explica Gurgel, "su ventaja sobre otras tecnologías, como mosquitos modificados genéticamente, es que no hay necesidad de grandes laboratorios. Cualquier servicio sanitario puede producir un bote así a muy bajo costo". Dada su efectividad, el Ministerio de Salud recomendó su utilización en municipios para controlar la población de la especie Aedes aegypti y ya ha sido implementado en ciudades de cinco estados brasileños.

Una vez más, la conclusión que permite extraer la experiencia que se está atravesando por la epidemia, con el gobierno libertario, es que la lucha contra el dengue solo será efectiva si se emprende una lucha a fondo contra el conjunto de su política criminal al servicio de los grandes capitales nacionales e internacionales. Eso se logrará únicamente con una lucha a fondo del pueblo trabajador y demás sectores populares víctimas de su política.

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