Escribe Vanesa Costancio
Preparemos la huelga educativa.
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Después de extensas dilaciones de la “paritaria bimestral” que se iniciara el 27 de marzo, el gobierno de Claudio Vidal se mantiene en una “oferta” salarial de miseria, que excluye a miles de docentes del nivel primario.
La oferta como tal se reduce a reconocer el desfasaje en el escalafón docente, luego de la implementación improvisada y obligatoria, de la jornada extendida, en el nivel primario, por parte del gobierno kirchnerista en el 2023. Así, solo este nivel al trabajar una hora reloj más (no hora catedra), tenía un salario diferente y por encima del resto. El resultado de la jornada extendida, fue un desgaste físico y mental de la docencia, que en su mayoría pasó a estar 10 horas en las escuelas, quedándose en las aulas, entre turno y turno.
Finalmente, el gobierno de Vidal suspendió la Jornada Extendida, aunque en la resolución planteaba un recorte salarial, luego debió dar marcha atrás en paritarias, precedidas por la resolución de NO INICIO de las asambleas docentes.
La propuesta salarial consiste en elevar los puntos del resto de los niveles, equiparándolo a nivel primario, en dos tramos. En términos económicos implicaría un misero 11 % en marzo y un 5 % en Abril, que además no alcanzaría a los miles de docentes de nivel primario. El congreso de ADOSAC rechazó esta propuesta. Deberán convocarse a asambleas y un nuevo congreso para determinar acciones a seguir.
A la par, el presidente de la Caja de Previsión Social, anuncia que es inevitable una reforma; en principio se volvería con el, mal llamado, “aporte solidario”. Un descuento compulsivo a todos los jubilados, para financiar el déficit. Nuestro régimen, de 25 años de servicio y el 82 % móvil, es una conquista defendida con enormes luchas.
A diferencia de otros años, la lucha que debemos encarar se inscribe en una rebelión educativa que ha planteado una inmensa movilización en defensa de la universidad pública. Los ataques de Milei al salario docente, son parte de una política general de ajuste a los presupuestos. Llevó a la pérdida de casi el 50 % de los salarios de los docentes universitarios, eliminó la paritaria nacional docente, el FONID y otros aportes de Nación, y encolumnó a los gobernadores a ser la correa de transmisión del ajuste. Vidal termina aplicando, en nuestra provincia, esta política general sobre el salario.
Por otro lado, el gobierno insiste en su propósito de declarar la esencialidad educativa para atacar el derecho a huelga. Así se configura un ataque en regla: ajuste salarial y prohibición de huelgas.
Nos unen los mismos intereses de defender la educación pública con la docencia universitaria y los estudiantes de los distintos niveles. Es necesario impulsar esta unificación, mediante asambleas comunes y coordinaciones, para preparar una huelga educativa.
En principio preparemos un 1ro de mayo en las calles, que sea tribuna de defensa de la educación pública, del presupuesto y las condiciones laborales, un acto que debe ser independiente de la CGT, colaboradora del gobierno y defensora de las reformas laborales y la pérdida de derechos.