Escribe Federico Fernández
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El jueves 13 la Legislatura porteña buscará darle sanción al dictamen que contempla modificaciones sustanciales en el Código Procesal Penal de la Ciudad.
En lo fundamental, se crea la figura de “reiterancia” como causal de prisión preventiva. La “reiterancia” no se aplicaría para delitos probados y con condena firme, sino que integra cualquier denuncia o procesamiento sin resolución, lo que equivale a un atropello contra el derecho al debido proceso. La “reiterancia”, como causal para dictar una preventiva ´se aplica en Mendoza y en Jujuy, donde se introdujo en la Constitución provincial.
En el caso de las manifestaciones, con solo señalarse el clásico “resistencia y atentado a la autoridad”, los fiscales y la policía tendrán la capacidad legal de detener y dejar en prisión ´preventivamente´ a quienes serían reincidentes presumidos. Así es utilizado en las dos provincias ya mencionadas, donde sirven para una caza de manifestantes y luchadores.
El instrumento de la prisión preventiva es una medida excepcional ante riesgo cierto de fuga o entorpecimiento de la investigación, no como “reiteración” de una conducta que no ha sido juzgada.
La reforma refuerza otras arbitrariedades, como los “allanamientos de urgencia”, sin orden judicial, sólo dictados por el fiscal o la propia policía por WhatsApp, en tanto existan “2 o 3 personas entrando a un lugar”. Legaliza los allanamientos a organizaciones sindicales y asociaciones políticas, sin mayores requisitos. Facilita, finalmente, esta reforma la deportación de inmigrantes. En su conjunto se refuerza enormemente la capacidad represiva y persecutoria del Estado, en el marco de una enorme confiscación económica contra trabajadores y jubilados.
Para justificar tamaño atropello el oficialismo apunta, como era esperable, a la “lucha contra la inseguridad”.
“¿Cuántas veces más lo tenemos que detener”? twitteó Jorge Macri. La demagogia contra el delito sirve a una reforma que otorga mayores arbitrariedades a policías y fiscales y refuerza la inseguridad ciudadana. En los últimos meses, se han visto escenas inéditas de “robo en banda” y zonas liberadas ante el aparato estatal, que no es una institución neutral o por arriba de las clases y los intereses del poder. Es una confesión del estadio penoso actual del proceso judicial y de todas las garantías procesales. En la Ciudad se encuentran colapsadas las comisarias y centros de detención.
El jueves por la mañana se realizará una conferencia de prensa en la puerta de la Legislatura de un conjunto de organizaciones opositoras a esta reforma. Impulsemos una gran movilización para desbaratar este atropello.
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