Medio Ambiente

Subitamente, a Milei le interesa la agenda 2030

Escribe Luciana Diaz

Tiempo de lectura: 2 minutos

Luego de participar de la Cumbre de la Paz, la canciller Diana Mondino visitó la sede de Nueva York de la ONU y firmó el "Acuerdo para la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Marina de las Zonas Fuera de Jurisdicción Nacional” (BBNJ, por sus siglas en inglés). El objetivo del acuerdo es regular la pesca y otras actividades en aguas internacionales.

Hasta ahora, el tratado tuvo la adhesión de 91 países, pero la ratificaron solo siete. Sin embargo, una vez que ese número ascienda a 60, se conformará un organismo regulador internacional. Para que sea ratificado por la Argentina, el acuerdo debe pasar por el Congreso Nacional.

El Atlántico sur es uno de los lugares más asediados por el extractivismo y el Mar Argentino se ve afectado porque la fauna marina –calamar, merluza, tiburones y otras especies– no respeta fronteras. Además, muchas veces los barcos pesqueros sobrepasan los límites y se meten en la zona exclusiva.

Se calcula que se trata de una flota de más de 500 barcos pesqueros procedentes de China, Corea del Sur, Taiwán y España que depreda -sin ningún tipo de regulación, ambiental ni laboral- la fauna suratlántica. Y acá es donde se entiende las razones de Milei para suscribir el acuerdo. No es por el cuidado del ambiente sino por su papel servil en el enfrentamiento de Estados Unidos contra China al que le viene bien cualquier excusa para reforzar su papel de gendarme mundial.

Hasta el momento, la milla 201 -así denominan a las aguas que se encuentran más allá de la plataforma marítima nacional- solo tiene algún tipo de regulación si hay convenio entre los países lindantes y aún así siempre es muy limitado. En el caso de la Argentina con Gran Bretaña raya lo imposible por el pasado bélico.

El imperialismo necesita del acuerdo para tener un paraguas legal en su asedio a China y para obtener el compromiso de la mayor cantidad de países posible con su cometido. Para eso cualquier causa le viene bien, la lucha contra el terrorismo o la protección de los peces.

Ni el cuidado ambiental ni el derecho laboral son respetados por los buques del imperialismo y sus socios que también explotan los océanos sin regulaciones de ningún tipo. El año pasado China estuvo en conflicto con Japón por las intenciones de éste de verter los residuos nucleares de Fukushima en el Pacífico y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) -que depende de Naciones Unidas- consideró que la descarga de las aguas con desechos tendría un "impacto insignificante" en el medioambiente, por tomar solo un ejemplo.

Otro paso en este sentido fue la visita del buque guardacostero Cutter James de Estados Unidos el pasado 30 de abril, para “ayudar” a patrullar la costa argentina en busca de pesca ilegal asiática.

Milei va dejando en el camino cada uno de sus valores anarcocapitalistas. No se trata sólo de que suscribe acuerdos por el cuidado ambiental en el marco de la agenda 2030, sino que lo hace para cercenar el derecho de ejercer la apropiación capitalista y, justamente, contra los “comunistas” que acaban de salvarle el pellejo renovando el ´swap´.

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