Universidad: el gobierno elimina la paritaria docente e impone salarios (miserables) por decreto

El martes 16 de julio el gobierno de Milei dispuso por decreto un 4 % de incremento salarial para el mes de junio para los docentes y no docentes universitarios, liquidando objetivamente las paritarias, que no fueron convocadas para discutir este aumento ni tampoco el del mes de mayo.

Con el incremento del 4 %, el gobierno profundiza la pérdida del poder adquisitivo del salario universitario, que ya acumula 50 puntos. Un docente Jefe de Trabajo Práctico (JTP) con dedicación exclusiva estaría cobrando $670.000 mientras que un semiexclusivo $335.000 y uno con dedicación simple, $167.588. Ni hablar de los auxiliares, que son mayoría de la población docente, y en algunas universidades hay que sumarles decenas de miles docentes que trabajan ‘ad honorem’. A la miseria salarial se suma la denuncia de algunos rectores, en particular los de la UBA, quienes manifestaron que los fondos prometidos para gastos administrativos aún no fueron acreditados en su totalidad. Es un escenario agravado respecto del que existía a la marcha del 23 de abril.

Algunas federaciones universitarias, como CONADU o CONADU H, votaron el no inicio y paros a partir del 12 de agosto -de tres días en un caso y de 6 días en el otro-. Si bien señalaron que luego del cumplimiento de esas medidas se convocaría a plenarios para balancear la situación y determinar si continuaban las medidas de fuerza, queda claro que ambas federaciones quieren evitar la huelga educativa por tiempo indefinido que plantea la situación objetiva.

Un plenario nacional de la FATUN, que integra la CGT, rrealizado durante el primer cuatrimestre, resolvió que si no había acuerdo salarial paritario iban a impulsar el No Inicio. La CONADU, en su último plenario, resolvió realizar una nueva Marcha Federal Educativa para mediados de setiembre, lejos en el tiempo.

La ADIUNT, el sindicato de la docencia universitaria de Tucumán, expresó en las diferentes instancias de debate que es necesaria una huelga por tiempo indefinido si es que se pretende quebrar la política de destrucción de la universidad pública. Luego del receso de invierno está prevista una asamblea general de la ADIUNT para debatir y ratificar las posiciones. La primera semana de agosto están previstos plenarios de las diferentes federaciones y una reunión del Frente Sindical de las Universidades Nacionales para definir si se va a una acción de conjunto. Independientemente de lo que decidan las dirigencias sindicales universitarias, es necesario abrir el debate con los estudiantes, docentes y no docentes en todas las universidades y con las docencias provinciales, también afectadas por el derrumbe de los salarios y el vaciamiento de los sistemas educativos de cada jurisdicción, e ir preparando un gran plenario nacional de los que apostamos por dar continuidad al proceso que se abrió el 23 de abril y dar paso a la rebelión educativa.

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