Universidad

Solo la huelga general educativa puede derrotar a la política de Milei

Escribe Diego Toscano

Tiempo de lectura: 2 minutos

El miércoles 10 de julio se realizó una reunión conjunta del Plenario de Secretarías Generales y de la Mesa Ejecutiva de CONADU Histórica, con el objetivo de balancear el primer cuatrimestre, analizar la situación salarial y debatir la orientación de la Federación de cara al segundo cuatrimestre. Los trabajadores universitarios son, en lo salarial, el sector más postergado del Estado nacional. El gobierno ha impuesto una política de aumentos mensuales o bimensuales por debajo de la inflación, que ha provocado un atraso que ya supera el 40 %.

Desde comienzos de año se ha puesto en pie un frente entre las distintas federaciones docentes y la no docente, que ha motorizado paros conjuntos y otras acciones de lucha, e incluso ha gestado la enorme marcha del 23 de abril, pero este frente actualmente se encuentra en una completa impasse, al punto que no pudo sostener un paro de 72 hs con el que había amenazado escalar la lucha en el primer cuatrimestre y está buscando elipsis para no encarar el NO INICIO del segundo cuatrimestre, como también había amenazado.

El debate de la reunión giró en torno a cuál debe ser el rol de CONADU Histórica en la actual situación, si debe actuar como motor del frente, subordinarse a las decisiones de las otras federaciones, ir solos a medidas de lucha, etc.

El PCR (conducción de la Federación) plantea la necesidad de mantener el frente y coordinar con las otras federaciones los pasos a seguir, en principio, una semana de paro (que podría ser de 72 horas) para la semana del 12 de agosto, que es cuando las universidades se reintegran a las clases. La Verde (que coconduce la Federación) va más a fondo en su adaptación al Frente, volviendo con el planteo de no vaciar las universidades para no hacerle el juego a Milei, a preocupaciones sobre los votantes de Milei y el respaldo de las centrales sindicales. Algunos sectores del oficialismo todavía no han agotado las expectativas en los rectores, que recientemente se han estado pronunciando por el tema salarial y que proponen firmar un Pacto en agosto en La Pampa, con el eje puesto en que las universidades estén abiertas. Los sectores opositores a la actual conducción, con distintos matices, formulan críticas a la subordinación de la Federación al Frente, sin lograr formular un planteo superador que permita retomar el curso de la enorme movilización del 23 de abril.

La CONADU Histórica, tomada en su conjunto, carece de un análisis riguroso de lo que fue el 23A, los factores que actuaron para desarrollarlo y sobre todo para frenarlo, como así también del propio proceso político y social que se está desarrollando en esta fase del gobierno contrarrevolucionario y antieducativo de Milei. Sobre esa base monta una caracterización desmoralizante. Más que nunca, es necesario desarrollar debates a fondo en nuestras asambleas, en reuniones, en plenarios de activistas, que permitan elevar la claridad de los docentes, no docentes y estudiantes más avanzados para que puedan intervenir en el proceso de lucha que se va a reabrir apenas finalice el receso, con la orientación de la huelga general educativa.

Es hora de convocar a un plenario conjunto de delegados de todas las universidades del país, docentes, nodocentes y estudiantes para preparar una huelga que pueda derrotar al gobierno.

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