Escribe Emiliano Fabris
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YPF anunció que la localización elegida para la licuefacción de gas extraído en Vaca Muerta será en Punta Colorada, provincia de Rio Negro, cuando originariamente se preveía hacerlo en el puerto de Bahía Blanca, en Buenos Aires. La medida será usada por Kicillof para denunciar a Milei como un enemigo de la Provincia. Ocurre que las decisiones sobre el asunto sólo se convertirán en hechos a partir de 2025 o principios de 2026, de modo que el formato final de la inversión no está todavía en juego en esta disputa. En el entrevero quedó de manifiesto que el kirchnerismo adhiere al Régimen de Grandes Inversiones de Milei y que incluso fue su precursor. La pseudoestatización de YPF, en 2014, tuvo el propósito de asociarla a un acuerdo similar con Chevrón y abrir el camino para acoger grandes inversiones en Vaca Muerta mediante todo tipo de concesiones cambiarias e impositivas. Lo mismo ha ocurrido en la minería, impulsada por sobre todo por CFK, sin exceptuar la destrucción de glaciares, y el sanjuanino ultraK, Gioja
YPF divulgó un comunicado que justifica la elección de Río Negro para emplazar la inversión en licuación y embarque del gas por razones técnicas, a sabiendas que los estudios del caso no han sido completados. La consultora internacional, Arthur D. Little, debe evaluar todavía. Lo que importa en el caso es que los inversores internacionales ya habían decidido invertir en la exportación de gas licuado antes que Milei saliera presidente y el Congreso votara el RIGI. Las concesiones descomunales que se les ofrecen ahora son un regalo no previsto. El desarrollo de Vaca Muerta depende de la exportación del petróleo y el gas. Ninguna inversión de esta magnitud, con un piso de 30000 millones de dólares, se hará en un lugar que no maximice la rentabilidad de las empresas y a los fondos financieros intervinientes. En todo caso, YPF y su socia Petronas incitarán la mayor desavenencia entre Río Negro y Buenos Aires para obtener beneficios fiscales adicionales. Weretilneck, el gobernador de Rio Negro, ha anunciado que prohibiría los sindicatos en el futuro puerto, para evitar que los trabajadores reclamaran para sus salarios y condiciones de trabajo una tajada de los superbeneficios prometidos. Un tema fundamental es la jurisdicción legal de los contratos, que para Milei debe ser Nueva York. Kicillof defiende la prórroga de la jurisdicción establecida para Vaca Muerta –la jurisdicción local. Pero ha sido Kicillof quien cedió la jurisdicción nacional en el contrato con Chevron, como Néstor Kirchner lo había hecho con la renegociación de la deuda externa en 2003 y 2005. Ahora Argentina enfrenta un juicio internacional por falsificar el cálculo del PBI para evitar pagar un cupón prometido en caso de un crecimiento mayor al tres por ciento.
El anuncio de YPF luce completamente improvisado. Responde a la necesidad del gobierno de mostrar futuros promisorios para disimular la crisis financiera y la tendencia al default. Para que la inversión tenga lugar hay que conseguir en primer lugar, compradores a largo plazo, en competencia con la exportación de gas licuado de Estados Unidos. El costo de los fletes navieros ha crecido considerablemente, afectando la rentabilidad del proyecto, y es probable que crezcan como consecuencia de la guerra en el Mediterráneo y el Mar Rojo, de un lado, y el Mar Negro y el Mar de China del otro. La construcción de la planta que convierta al gas en líquido está prevista para 2031.
Estamos ante un negociado. Las compañías podrán retener los dólares en el exterior y no pagarán impuestos. Tomarán préstamos internacionales que hipotecarán las reservas del Banco Central. Como ha quedado demostrado en todo el mundo acentuarán la ya muy grave desigualdad social.