Escriben Daniela Magoc y Julián Asiner
Por asambleas y pronunciamientos contra una nueva confiscación salarial.
Tiempo de lectura: 4 minutos
La cuestión salarial pasó al primer plano de las preocupaciones de los trabajadores de los hospitales y centros de salud de CABA. Es que la burocracia peronista de SUTECBA pactó con el gobierno del primo de Macri liquidar la paritaria municipal del 2024. En su reemplazo, se firman acuerdos mensuales o bimensuales que van hundiendo el poder adquisitivo en un pozo cada vez más profundo. Mientras suben las tarifas de servicios, el transporte, las cuotas de prepagas y colegios, los salarios de los trabajadores de la salud de CABA “aumentaron” un 4 % en junio y 5 % en julio. Pero como estos porcentajes no se calculan sobre el mes anterior, sino sobre la base del sueldo de marzo, el incremento real fue de un 3 y un 4 %, quedando por detrás de la inflación. O sea que, sin haberse recuperado de la devaluación que inauguró el mandato de Milei más los derrumbes previos con los gobiernos de Macri y los Fernández, el salario de la salud vuelve a retroceder.
Las conducciones de Médicos Municipales (AMM) y de la Federación de Profesionales (FP) se limitaron a firmar un acta gemela a la de SUTECBA. Para disimular añadieron que el acuerdo se cerró tras un “arduo debate entre las partes”, lo cual es mentira porque el único debate real fue con el gremio que dirige Genta. AMM y FP están pintadas y se ciñen a rubricar lo ya resuelto, porque renuncian a actuar como un factor de movilización de los trabajadores. La función que se reservan es la de bomberos, apareciendo como factor de contención cuando esa movilización ya existe y se desarrolla de manera independiente y autoconvocada por parte de los profesionales. Una compañera recordó en estos días que “el último aumento real que tuvimos fue cuando los residentes fueron a la huelga”, a fines del 2022. Después de esa conquista de la lucha independiente, limada por la intervención de la burocracia, AMM y FP coadministraron un nuevo declive.
Impuesto al salario
A la bronca que generaron estos meses de retroceso se suma la restitución del Impuesto a las Ganancias, que afecta a los profesionales de planta con mayor antigüedad y especialmente a las guardias. Cabe recordar que la exención del pago de ganancias para médicos, profesionales de la salud y técnicos en concepto de guardias obligatorias y horas extras se estableció en mayo de 2023, cuando se oficializó la modificación a la Ley 27.778. El objetivo había sido en su momento incentivar la cobertura en los servicios de urgencias, debido a que el cobro de este impuesto provocaba la renuncia y escasez de profesionales. Ahora, esta situación volverá a recrudecerse en un contexto de crisis, donde la falta de profesionales provoca situaciones de confrontación con los usuarios, en la medida que aumentan el desempleo y la pobreza y la población se va quedando sin cobertura por parte de obras sociales y prepagas.
Pluriempleo y sobrecarga laboral
La cuestión salarial vuelve a quedar al rojo vivo en un contexto signado por la agudización de la sobrecarga y la precarización laboral. El intento de Quirós de imponer un incremento en los ritmos de trabajo, por medio de la centralización de las agendas de turnos a través del Sistema de Gestión Hospitalaria (Sigehos) y la línea 147, chocó con la resistencia de los profesionales de los servicios hospitalarios y centros de salud. A tal punto llegó el conflicto que la dirección de AMM debió intervenir, tardíamente, para reclamar la suspensión del nuevo sistema. La crisis también golpea a los trabajadores que actúan en las villas de la ciudad: una importante asamblea en las puertas de CeSAC 18, ubicado en Villa Lugano, se reunió para denunciar a la existencia de una zona liberada en el barrio y exigir el resguardo de los trabajadores y la población usuaria.
Organicemos la lucha
Frente a este cuadro, las conducciones de AMM y FP se limitan a emitir comunicados virtuales y apuestan a la vía judicial y parlamentaria para contrarrestar el regreso del Impuesto a las Ganancias, cuando es ese mismo Parlamento el que votó recientemente su restitución. A espaldas de todo lo que ocurre en los hospitales, la conducción de AMM se autoorganizó un homenaje en la Legislatura Porteña junto al radical Yacobitti, el mismo que junto con Lousteau aseguró el quórum para que saliera la Ley Bases. Por debajo esta medidas autocelebratorias, crece el descontento y comienzan a desarrollarse acciones independientes.
Un gran ejemplo es lo ocurrido con los residentes que dependen de Nación, que acaban de obtener un triunfo significativo. En el cuadro de despidos masivos en el Estado -que en salud golpearon especialmente al Hospital Posadas- y la paritaria hundidísima de UPCN, a través de asambleas, paros y movilizaciones autoconvocadas lograron arrancar un 35 % de aumento de julio a diciembre. Así, un residente de primer año de Nación pasará a cobrar $980.000, equiparando su situación a la jurisdicción de CABA. Aunque su carácter es no remunerativo, este aumento obtenido en una sola cuota demuestra la posibilidad de imponer reivindicaciones cuando se lucha en serio, incluso en las condiciones más adversas.
Como eco del movimiento de los residentes de Nación, comenzaron también las deliberaciones y pronunciamientos en CABA. Los residentes del Hospital Gutiérrez se reunieron en asamblea y votaron comenzar una lucha por un salario inicial de 1.800.000 de bolsillo, el equivalente a dos canastas básicas para un hogar de cuatro personas, según la estimación del INDEC para el mes de junio. Elevaron una carta a la filial de AMM para que adoptara este reclamo y se proponen organizar un abrazo al hospital. Es curioso que la destrucción del concepto histórico de la canasta familiar por parte de los gobiernos, que el INDEC dejó de relevar, tiene ahora como respuesta de parte de los trabajadores la exigencia de dos canastas básicas como piso indispensable para la reproducción de la fuerza de trabajo.
El agotamiento de la paciencia de los trabajadores de la salud puede tener su salida positiva si es un paso para entrar en acción. Las luchas del Hospital Posadas, de los residentes de Nación, del CeSAC 18 y de los residentes del Gutiérrez son el aviso de un movimiento profundo. Contribuyamos a gestarlo tomando en nuestras manos la defensa del salario y de las condiciones de trabajo. Impulsemos asambleas, recorridas y pronunciamientos en todos los servicios y efectores por un sueldo inicial de 1.800.000, por la derogación del Impuesto a las Ganancias sobre los salarios, por el control por parte de los trabajadores sobre los ritmos y agendas de turnos, por el fin de la precarización y el reconocimiento profesional de enfermería y por la defensa de todas las condiciones laborales.