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El pasado viernes 2 de agosto se cumplieron seis años del crimen de Sandra y Rubén, quienes se desempeñaban respectivamente como vicedirectora y auxiliar en la escuela EP 49 de Moreno y perdieron la vida tras la explosión producida por una fuga de gas.
Este año nuevamente se desarrolló una contundente movilización por parte de la comunidad educativa, en especial de la docencia, exigiendo el castigo a los responsables políticos del crimen y el arreglo de las escuelas. Una importante masa docente asistió, a pesar de que la dirección del gremio no convocó a hacer paro y, si bien se otorgó el art. 115 b3 (licencia para actividad gremial), no hubo una campaña ni un llamamiento para convocar masivamente a la docencia. En muchas escuelas incluso se corría la voz de que el artículo sólo correspondía para los afiliados al sindicato, lo cual no es cierto.
La burocracia sindical de Baradel realizó un acto frente al Consejo Escolar del distrito bajo la consigna "Contra las políticas de Milei, y el desguace de ayer y hoy", haciendo responsable de la crisis educativa al gobierno de Macri-Vidal y a Milei, por supuesto sin mencionar que la responsabilidad política del estado calamitoso de las escuelas bonaerenses les corresponde a todas las variantes políticas capitalistas, incluido el kirchnerismo, que ha gobernado por años el distrito y el país.
Por otra parte, se realizó otro acto independiente convocado por las organizaciones de izquierda, frente a la municipalidad, para reclamar por el castigo a los responsables políticos de este crimen: la exgobernadora Vidal y el exministro de Educación, Sánchez Zinny. Se denunció largamente también que las condiciones sociales y de infraestructura que llevaron a la muerte de Sandra y Rubén siguen vigentes y que se debe exigir escuelas seguras para docentes, alumnos y familias.
Desde Política Obrera remarcamos la necesidad de poner en pie un plenario provincial de la docencia para impulsar la lucha para enfrentar a Milei, pero también a Kicillof, quien aplica el ajuste a los trabajadores en la provincia por medio de los salarios y el avasallamiento de las condiciones de trabajo de la docencia. Planteamos que es fundamental no esperar a que la burocracia sindical de los gremios se ponga a la cabeza de las luchas, ya que están comprometidas a fondo con el Gobierno y las patronales para garantizar este ajuste histórico contra los trabajadores. Por eso señalamos que debemos impulsar la iniciativa desde abajo, con autoconvocatorias, asambleas y plenarios para derrotar el plan de guerra de Milei y los gobernadores contra los trabajadores.