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La noticia del encuentro del nieto recuperado número 140, hijo de Graciela Romero y Raúl Metz, militantes del PRT-ERP secuestrados en 1976, es un nuevo aliento en la lucha contra los crímenes impunes de la dictadura y contra el gobierno de sus representantes civiles, que vienen atacando y desmontando todos los resortes estatales de búsqueda de los más de 400 chicos apropiados por los genocidas.
Sus padres fueron vistos en los centros clandestinos “La Escuelita” de Neuquén y Bahía Blanca, la última vez que se supo de ellos. El nieto, que hoy tiene 48 años, nació el 17 de abril de 1977 en el campo de concentración de Bahía Blanca. Su madre, Graciela, estaba embarazada de cinco meses al ser secuestrada junto a su pareja el 16 de diciembre de 1976. Su hermana, Adriana Metz, nacida en 1975 y criada por sus abuelos paternos en la ciudad del sur bonaerense tras la desaparición de sus padres, dedicó su vida a esta búsqueda. Desde 2023 integra la comisión directiva de Abuelas.
Para hacer posible este reencuentro fueron imprescindibles los aportes de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y, sobre todo, del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). La primera orienta y asiste a personas que buscan identificar su filiación. En el BNDG, asimismo, se encuentran resguardadas las muestras genéticas de las familias que buscan a los hijos de los desaparecidos. Desde su creación -a instancias de Abuelas a mediados de los 80, en lo que fue, además, una importante innovación científica- fue imprescindible para identificar a los nietos hallados hasta ahora.
Con el correr del tiempo el BNDG ganó un gran prestigio internacional y amplió sus prestaciones a otros casos de búsqueda de identidad. Tuvo su sede permanente en el Hospital Durand durante muchos años, hasta que los gobiernos K decidieron trasladarlo y convertirlo en un “ente descentralizado” del Ministerio de Ciencia y Técnica, no sin resistencia de familiares, entre ellas, la fundadora de Abuelas, “Chicha” Mariani. Por disposición de la Ley Bases -aprobada con el concurso del peronismo y sus gobernadores- pasó a convertirse en “ente desconcentrado” de la ahora Secretaría de Ciencia, anticipando el paso en el mismo sentido que resisten los trabajadores del INTI y el INTA, por caso. El resultado inmediato ha sido un recorte presupuestario significativo. Se estima que la subejecución de partidas alcanza casi el 40 % (Tiempo Argentino, 23/5).
Al ocultamiento sistemático de los archivos represivos de la dictadura a manos de todos los gobiernos “democráticos”, se suman la resistencia y el ensañamiento contra los luchadores de la criatura videliana de La Libertad Avanza. Este nuevo encuentro es el fruto de una movilización incesante.