Escribe Joaquín Antúnez
La patronal y el Estado son responsables.
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Un “accidente laboral” ocurrió en Bridgestone en la madrugada del lunes 12. Un trabajador del sector de vulcanizados sufrió una grave herida en el pie por aplastamiento en la máquina “vulcanizadora de cubiertas”, denunciada en múltiples ocasiones por el SUTNA. En un comunicado emitido, para denunciar la situación, el sindicato detalla que esta máquina fue fabricada en 1967. Un inspector del Ministerio de Trabajo provincial, señala, “comprobó las graves deficiencias en el equipo del accidente e intimó a la empresa a la modificación de la máquina, el agregado de escalera con plataforma, la estandarización de las herramientas a utilizar en la misma y, además, extendió estos requisitos a todos los equipos similares que se encuentran en planta”. La obsolescencia del equipo y las malas condiciones laborales que rigen en Bridgestone fueron denunciadas reiteradamente, sin que la patronal modificara nada.
El accidente en la zona de vulcanizados muestra como una reducción del personal en planta y la exigencia de mayor productividad, como pretenden las patronales, se convertirán en un aumento de los riesgos, como resultado de la combinación entre máquinas obsoletas y mayores presiones cotidianas para aumentar la productividad.
El aumento de los accidentes y las muertes obreras son un problema cotidiano en las grandes fábricas del Neumático. La situación extendida en toda la industria, por la vía de los horarios rotativos, los sistemas americanos de producción (7x2/6x1) y un aumento de la productividad por medio de la extensión de la jornada laboral, han llevado a un retroceso histórico de las condiciones laborales conquistadas por los obreros. El propósito reaccionario de las grandes patronales del Neumático es imponer una derrota estratégica a sus trabajadores.