Tiempo de lectura: 1 minuto
Este miércoles, valiéndose del protocolo de Bullrich, la Policía reprimió a docentes y jubilados que manifestaban pacíficamente frente al Congreso Nacional.
Los docentes se encontraban movilizados contra el proyecto que declara a la educación “servicio esencial” para privarlos del derecho a huelga. Los jubilados, por su parte, manifestaban contra la brutal confiscación de sus haberes por parte del gobierno liberticida de Javier Milei y las jubilaciones de miseria de $ 225.000.
En horas del mediodía el protocolo represivo de Bullrich incluyó gases y golpes, cuando confluían las dos manifestaciones. Frente a esta política represiva, la CGT y las CTA miran para otro lado. La CTERA se retiró en el acto, como ocurrió con la CGT el 12 de junio, cuando la columna encabezada por Pablo Moyano pegó media vuelta ante el avance del dispositivo represivo de Bullrich.
Por la tarde, durante la habitual convocatoria de las agrupaciones de jubilados de todos los miércoles a las 15 horas, mientras caminábamos alrededor del Congreso Nacional, nuevamente la Policía Federal intentó, represión mediante, desconcentrarnos, pero no pudo lograrlo. En los forcejeos, echaron gas pimienta a un compañero que tuvo que ser hospitalizado.
Para imponer este brutal ataque a nuestras condiciones de vida, necesitan reprimir a los trabajadores y a los jubilados.