La participación de los trabajadores en el 12J y la burocracia sindical

Escribe Julio Gudiño

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La movilización del miércoles 12 al Congreso Nacional fue importante numéricamente a pesar de la sistemática política intimidatoria desplegada durante días por el gobierno de Milei. Para tal fin contó con la colaboración de los medios de comunicación ensobrados y de la “oposición” oficial agrupada en UxP que hizo la plancha semanas antes de que se trate en el Congreso la Ley de Bases que barre con el derecho laboral y entrega la caja del estado nacional a los acreedores de la deuda pública, entre otras cuestiones.

Las direcciones políticas de las centrales obreras, sea la CGT o las CTAs, tuvieron un rol clave para pinchar la convocatoria y movilización al Congreso. El sector ´dialoguista´ de la CGT encabezado por Daer-Acuña-Martínez llamaron a NO movilizar al Congreso porque “hay que respetar la decisión del Congreso que es una entidad democrática” y los sindicatos que quieran hacerlo lo harán en nombre propio “y no en nombre de la CGT” a pesar de que lo que se votó efectivamente en el Congreso barre con el derecho laboral.

Por su parte, los sectores ´combativos´ agrupados en el moyanismo y el kirchnerismo convocaron a un “plenario” el 3/6 en el salón Felipe Vallese de la CGT “para aprobar la protesta contra la Ley Bases” (Infobae.com, 13-06-24). El FITU participó y planteó que la CGT “convoque a un paro nacional para darle a los trabajadores la posibilidad de expresarse contra la Ley de Bases”. Dicho “plenario” resolvió movilizar sin impulsar una huelga general para no incomodar al ala ´dialoguista´ y para impedir una irrupción de masas en las inmediaciones del Congreso que ponga en jaque al gobierno y a sus aliados. En función de esta orientación política la CGT no movió un dedo en los sindicatos que dirige para promover asambleas e interesar a los trabajadores en la movilización contra la Ley de Bases.

En este cuadro de desmovilización promovida desde las propias centrales sindicales se observaron columnas testimoniales de la UOM, Bancarios, ATILRA, Camioneros, AGTSyP, SOEFBA, SIVENDIA, SUTEBA, etc. Las mismas estaban compuestas casi en su totalidad por delegados y directivos y sin trabajadores de base, porque todos estaban cumpliendo con sus tareas laborales. Esta orientación fue impulsada con ganas por Sposato, Secretaria General del SUTEBA La Matanza, quien a través de las redes llamó a los docentes a quedarse en las escuelas para “contarles a las comunidades el deterioro que puede seguir avanzando si la Ley de Bases se aprueba”. El caso del SMATA fue particular por varios motivos. En primer lugar, porque movilizaron miles de trabajadores de base sin que su sindicato convocara a paro nacional y en el marco de recientes despidos masivos; en segundo lugar, porque en las fábricas donde hubo paro y una “hablada”, como en Toyota, los obreros se movilizaron masivamente superando por lejos a los trabajadores de las otras fábricas como Volkswagen, Ford, Lear, Yamaha y Honda.

La nota disonante la dieron los sindicatos como las dos CONADU, ATE, Aceiteros y SUTNA, que pararon y se movilizaron. FATE, que está en una lucha muy dura contra 97 despidos sin causa, se movilizó masivamente y estuvo hasta el final de la concentración enfrentando la represión estatal desatada minutos después de que la CGT ´disidente´ y las CTAs abandonaran el campo de lucha.

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