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El tratamiento de la Ley Bases en el Senado, previsto para el 12 de junio próximo, está en el centro de la agenda política, en medio de un tembladeral financiero y político.
La discusión sobre qué deben hacer los sindicatos el día que se trate la Ley Bases ha avivado la interna dentro de la conducción de la CGT. Mientras los sectores mayoritarios de la central, encabezados por Héctor Daer, ´los Gordos´ y los independientes, darán “libertad de acción” a cada gremio, el sector encabezado por Pablo Moyano se ha puesto a la cabeza de la convocar a una movilización. La división amenaza convertirse en una escisión en los hechos de la central obrera.
El sector de la CGT que no responde a Pablo Moyano se encuentra actualmente llevando los cuestionamientos al gobierno de Javier Milei a la Conferencia Anual de la OIT que se realiza en Ginebra. La piedra angular de la Ley Bases, la reforma laboral, fue consensuada por este sector con Guillermo Francos en reuniones anteriores. Según Ricardo Cárpena, los dirigentes de la CGT quieren expresar su rechazo a la ley, pero no quieren una movilización general para no avivar un nuevo paro general.
Pablo Moyano, por su parte, realizó el lunes pasado un plenario de regionales de la CGT para darle cuerpo a la convocatoria a la movilización. Tuvo poco de plenario, y mucho de acto político moyanista: del encuentro sólo participaron dirigentes moyanistas, kirchneristas, funcionarios de Axel Kicillof, ex miembros del gobierno de Alberto Fernández, el Sindicato del Subte y el SUTNA. No estuvo presente el sector mayoritario de la central obrera ni sus aliados.
La ausencia en el plenario del resto de la cúpula de la CGT, que ni siquiera envió a representantes de segunda línea, demuestra que existe un profundo malestar con la iniciativa de Pablo Moyano. El sector de los gordos discute en llamar a Moyano Hugo para que ponga “en caja” la combatividad de su hijo, como lo hizo con la paritaria de los camioneros, en la que Pablo pasó de amenazar con una huelga general a aceptar que Hugo firme a la baja, con una reforma laboral incluida . Encuadrar al moyanismo como combativo es un fraude. Dentro del moyanismo está Abel Furlán, que está destruyendo a la UOM.
Pablo Moyano convoca a movilizar pero no está dispuesto a llamar a un paro general para sustentarla. Algunos gremios, con el Sindicato Aceitero de San Lorenzo a la cabeza, ya han anunciado un paro total de actividades para el día del tratamiento de la ley. Se han sumado el SUTNA y el Frente de Sindicatos Estatales.
Los trabajadores debemos impulsar asambleas en todos los lugares de trabajo para discutir las consecuencias de la ley y para organizar una movilización general hasta derrotarla.