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Cuando falta menos de un mes para la realización del Encuentro Nacional de Mujeres, en Jujuy, la comisión organizadora -dirigida por el PCR y sus acólitos- esta haciendo todo lo posible para liquidar el Encuentro. En este punto, no solo no hay claridad en relación a los recursos económicos que maneja la comisión, la capacidad de albergue de las delegaciones y la cantidad de escuelas para la realización de los talleres, sino que hay un rechazo por parte de la comisión a ir a una lucha política para conquistarlos.
Frente a la negativa oficial a entregar los recursos, la comisión organizadora ha rechazado una movilización política para garantizar el desarrollo del Encuentro. La gestión "diplomática" de la Comisión con el gobierno provincial y algunos municipios no ha pasado de las declaraciones de interés de la Legislatura y los concejos, mientras por otro lado se retacean las escuelas, los espacios para realizar la apertura y cierre y las viandas.
Si bien la organización anunció hace unos meses que se esperaba la llegada de más de 100.000 mujeres a Jujuy para participar del Encuentro, es claro que la política que viene llevando adelante apunta a "bajarle las acciones" a una posible movilización masiva. Recientemente, bajo el argumento del paro de transporte, no sólo se suspendieron reuniones plenarias de organización, sino que se canceló el Preencuentro provincial.
El gobierno del radical Sadir, que en un principio se comprometió a colaborar con la realización del Encuentro, ha reducido la cantidad de escuelas donde se realizarán los talleres y las destinadas para albergar a las delegaciones; no ha cedido ningún predio idóneo para la realización de la apertura y cierre del Encuentro y, finalmente, está en cuestión el aporte de viandas o mercadería para gara la alimentación de las miles de mujeres que van a participar.
Respecto de las últimas gestiones que dieron cuenta de lugares aptos para una gran concentración de mujeres en la apertura y el cierre, el Gobierno rechazó prestar el Estadio de Gimnasia de Jujuy, la Ciudad Cultural u otro estadio que maneje la provincia. En principio, el acto de apertura se haría sobre avenida 19 de Abril, lugar totalmente insuficiente para albergar a las más de 15.000 personas que se estima que participarán, y se barajaba la posibilidad de que el acto de cierre fuera en Alto Comedero, es decir, fuera del centro político y a contramano de donde se realizan los talleres.
Aunque cada año se agrega una consigna más al Encuentro -plurinacional, de disidencias, multicultural, etc.-, ha quedado claro el objetivo de la comisión organizadora es intentar "invisibilizar" los reales conflictos desatados en el ultimo periodo en los diferentes talleres de debate.
Aunque la justificación del anterior Encuentro para votar a Jujuy como próxima sede haya sido la represión del Gobierno de Morales para imponer la Reforma Constitucional que entrega el territorio y prohibe los cortes, se disolvió a las representantes de las comunidades originarias que luchan por la defensa del territorio, simplemente como “comisión del interior”, junto con otras compañeras, para no destacar la fenomenal lucha que dieron el año pasado, con cortes de rutas en La Quebrada y Puna, soportando la represión y las temperaturas bajo cero. En estos momentos varias comunidades denuncian desalojos en función de la expropiación de la tierra. Ante el reclamo de parte de las compañeras de exponer la necesidad de la lucha por la defensa de los territorios y contra la represión, la comisión organizadora terminó englobando todos los reclamos en un taller de "acceso a la justicia".
En un escenario donde el Gobierno recorta las jubilaciones, liquida los salarios, aumenta el trabajo precario y se pierden puestos por la recesión, ningún taller refleja esta grave situación que vive la mujer trabajadora, sino que se modificaron por “experiencia de las mujeres”, “economía popular”.
Será tarea de las compañeras luchadoras y consecuentes ir a volcar y defender estos planteos reivindicativos y de lucha, frente al intento de diluir los grandes procesos de lucha por parte de la comisión organizadora.
Las compañeras estamos acostumbradas a las maniobras que se realizan todos los años por parte de las organizadoras del ENM, no sólo con respecto al siguiente lugar del Encuentro, sino con relación al manejo de los recursos económicos, a las relaciones con el poder político de turno y también con el armado y conformación de los talleres y ejes de debate.
Posiblemente este año se haya alcanzado un nuevo nivel en las maniobras y el "aparataje", así como la integración o cooptación de sectores independientes de izquierda y del FITU, cada vez más inclinado a autoconstruir sus fracciones en los Encuentros que a dar una lucha política en las plenarias de organización. Esto fue reflejado no sólo en las reuniones en Jujuy, sino en los preencuentros que se están realizando en diferentes localidades del país.
El abandono de la lucha política al interior de los Encuentros amenaza con convertirlos en una celebración, en un paulatino debilitamiento o en su integración completa al régimen.
La política que ha tomado la comisión organizadora para "bajarle las acciones" al Encuentro tiene que ser leída como un intento de preservación burocrática de los aparatos que la integran bajo el gobierno de Milei.
En momentos en que la crisis desatada por el Gobierno empieza a tallar en todas las encuestas y cae la imagen positiva del Milei, donde aumenta el cuadro de miseria, pobreza y desocupación, se busca evitar que el Encuentro pueda oficiar como expresión masiva de rechazo al Gobierno por parte de las madres que no pueden alimentar a sus hijos porque el Gobierno cerró los comedores populares, de las compañeras desocupadas que luchan por trabajo genuino, de las jubiladas que luchan contra el veto y por una jubilación que cubra sus necesidades básicas, contra el intento de anular todas las conquistas que el movimiento de mujeres ganó en las calles.
En la perspectiva de un gran Encuentro que puede plantear un fuerte rechazo a las políticas de ataque y de eliminación de conquistas del movimiento de mujeres, la comisión organizadora elige no ir a un choque abierto con la política liquidacionista del gobierno de Milei y trata de contener a todo el movimiento en ese sentido. El Encuentro debe impulsar una gran movilización política contra el Gobierno, como lo fue este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Llamamos a superar las maniobras dirigidas a liquidar el ENM como un canal para organizar a las mujeres y sus reclamos, a coordinar medidas y acciones con todas las que quieren que este Encuentro sea un punto a apoyo para una irrupción de los que quieren tirar a este Gobierno por la vía de la huelga general.