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Este martes 17 una importante columna de obreros de la construcción de la UOCRA de Libertador Gral. San Martín (Ledesma) fue reprimida por la policía provincial, mientras reclamaban por la pérdida de puestos de trabajo y pedían la reapertura de la obra pública. Luego de una movilización por las calles de Libertador para visibilizar el reclamo, la columna se dirigió hasta el acceso sur de la ciudad, al borde la ruta 34, donde la policía aplicó el “protocolo Bullrich” y los desalojó con gases y balas de goma.
Luego de la represión, varios gremios, organizaciones políticas, sociales y el pueblo de Ledesma se solidarizaron con los trabajadores.
Situación desesperante
Según la propia UOCRA Jujuy, hay “entre 7 mil y 8 mil trabajadores desempleados y temen que con el ajuste que pidió nación a las provincias, se profundice la problemática” (jujuyalmomento.com, 17/9). Las pocas obras que se mantienen ya están en su fase final y no hay perspectivas de reactivación de nuevas obras, por lo que el horizonte es de una desocupación aún mayor que la altísima tasa actual.
El recorte de obra pública se hizo sentir fuertemente en la provincia y también en la región de Ledesma, donde la planta de obreros para la construcción del nuevo Hospital Orias fue reducida al mínimo, por citar un ejemplo.
Frente a este cuadro, el gobernador Sadir y el secretario general de la UOCRA, Ramon Neyra, anunciaron recientemente una suerte de PPP (participación Pública y Privada) provincial para intentar reactivar la obra pública y la construcción. Hasta el momento, no ha pasado de un anuncio mediático.
Por la suspensión de la obra pública y el aumento sideral del precio de los materiales de construcción, ha caído la demanda de trabajo formal e informal -las famosas “changas”-.
La eliminación de la obra pública es un golpe a los trabajadores que cumplen tareas y también para el resto de la población que necesita viviendas, rutas, urbanización de asentamientos, servicios básicos, plantas potabilizadoras y tratamiento de residuos, etc.
La perspectiva de nuevas medidas de fuerza está en agenda, ya que hoy la mayoría de los obreros registrados en UOCRA están sin trabajo, cobrando la miseria del seguro de desempleo (50 % del salario por solamente cuatro meses). Ni hablar de la situación de los obreros de la construcción informales y los changarines.
Frente al recorte de obra pública planteada por el gobierno de Milei y acompañada por los gobiernos provinciales, que empeora las condiciones de vida de la población y deja miles de obreros sin trabajo, tenemos que rechazar que los trabajadores sean quienes paguen la crisis y el ajuste.
Por la reapertura de las obras públicas, por trabajo genuino y por el reparto de horas sin afectar el salario.
