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Una asamblea de más de 100 estudiantes, docentes y no docentes, decidió ayer la toma del edificio de Humanidades de la UNS. La asamblea fue convocada inmediatamente luego del veto a la Ley de Financiamiento Universitario. La toma continuará hasta hoy viernes a las 17 hs, cuando se movilice desde Humanidades al playón central de la UNS para participar de una nueva asamblea abierta, convocada por el sindicato docente, ADUNS: Además de variados centros de estudiantes, participarán también no docentes de la universidad y docentes de provincia.
En la toma están participando estudiantes de Humanidades, Ciencias de la Educación, Ingeniería, Matemáticas, entre otras. Cuenta con el apoyo de docentes y y no docentes, además de secundarios que concurren a las Escuelas Preuniversitarias de la UNS. La asamblea fue creciendo en volumen a medida que docentes y estudiantes que finalizaban sus cursadas se sumaban al debate. Desde hace 20 años no se tomaba un edificio universitario en Bahía Blanca.
La asamblea que votó la toma respondió a la mantención del veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, en tanto no se alcanzaron los dos tercios de votos contrarios en la Cámara para tirar abajo el veto. Esta ley, que poco hacía por la situación de emergencia universitaria pues seguía delegando en el presidente el aumento de las partidas para salarios, fue promovida por parte de los bloques que luego apoyaron el veto. La conclusión de la asamblea al respecto fue que no hay que depositar ninguna confianza en el Congreso. En varias intervenciones se destacó también la inacción o el directo apoyo en el caso de las cúpulas de la burocracia sindical al plan antiobrero de Milei.
A su vez, se planteó que eran necesarias medidas de mayor profundidad luego de la masiva marcha del 2 de octubre. La oleada de tomas y vigilias que se iniciaron previo y durante el debate por el veto puso en discusión qué hacer en la UNS. También el caso del Hospital Bonaparte, que con una toma inmediata frente a la amenaza de cierre, logró revertir la situación.
Algunas intervenciones iniciales planteaban una nueva asamblea, sentadas en el Rectorado y otras medidas preocupadas por generar mayor adhesión. Sin embargo, una concurrencia cada vez más nutrida y la necesidad de canalizar el hartazgo a través de una lucha organizada, promovieron un giro en la propia asamblea que pasó a debatir si era necesario realizar una toma o no. Primero, se ahondó sobre que táctica seguir: tomar el rectorado, cuyas autoridades trabajan incesantemente para boicotear los paros docentes, o tomar el edificio de Humanidades. Finalmente, en solidaridad con los docentes y no docentes en lucha y en rechazo al veto, se decidió tomar el edificio de Humanidades, donde se realizaba la asamblea, inmediatamente al finalizar esta última.
En cierta manera, los estudiantes están sobrepasando la política de las conducciones gremiales universitarias. El Frente Sindical Universitario ha convocado paros a cuentagotas. En muchos casos y según el sector, se dilata el llamado a asamblea, decidiendo las medidas entre las conducciones y sin mandato de las bases. Al contrario, los estudiantes han entendido que es necesaria una respuesta directa de los trabajadores e hijos de trabajadores que poblamos la universidad, por el salario docente y no docente pero también por un presupuesto que garantice el ingreso y la permanencia de los trabajadores en la universidad.
El fin de la toma está pautado para hoy a las 17 hs, cuando se desarrolle la asamblea abierta convocada por ADUNS. Pero es un primer paso a continuar, para dar forma a una lucha de conjunto, que amalgame la acción estudiantil con un paro indeterminado por parte de los trabajadores de la universidad con asambleas para resolver y hasta ganar. Una huelga educativa que reúna estos elementos se impone, como respuesta independiente de los trabajadores, para derrotar al gobierno de Milei y sus aliados.